| • ° † 𝓥𝓮𝓬𝓲𝓷𝓸 𝓡𝓾𝓲𝓭𝓸𝓼𝓸 † ° • | 𝐓𝐨𝐛𝐢𝐫𝐚𝐦𝐚 𝐒𝐞𝐧𝐣𝐮

❞𝓜𝓪𝓵𝓭𝓲𝓽𝓸 𝓣𝓸𝓫𝓲𝓻𝓪𝓶𝓪❞

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Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ: 8

Supe por Hiroshi que Tobirama estaba casi echando humo por las orejas por el escándalo que tenía y que no podía dormir, yo por supuesto que me alegre de escuchar aquello pues mi plan tan estúpido había funcionado, pero está mañana todo había sido del asco porque antes de llegar a la preparatoria, Tobirama y su estúpida novia me habían echado un balde de agua fría encima, y esa estúpida me había embarrado mi camisa del uniforme de lodo, lamentablemente el director no me había dado permiso para ir a cambiarme por más que se lo había pedido, y no me creyó que esto había sido culpa de Tobirama.

—No te esfuerces con decirle al director que fue culpa de Tobirama porque el director protege a Tobirama como si él fuera alguien importante aquí, ya que sus padres le pagan al director para que Tobirama haga lo que quiera con tal de no ser expulsado —comentó Hiroshi ayudándome a quitarme el lodo de la camisa —Así que será mejor que te rindas —me miró —Nadie puede con él.

—¡Pero mira como dejo mi camisa!, Además el director no me dejó ir a cambiarme.

—Sí, pero como ya lo dije, el director protege a Tobirama y no hay nada que puedas hacer, si te hizo algo será tu culpa aunque no sea así.

—Maldito Tobirama.

No me importa si tienes al director de tu lado, no me importa cuántas personas te están protegiendo, yo haré que te arrepientas de todo lo que me estás haciendo. Entre al salón de clases ignorando las miradas de todos y con ayuda de Hiroshi pude ser ignorada por todos ya que él los amenazó con hacerles algo si seguían mirándome así o si decían algo de mí, algo que al parecer no le hizo mucha gracia a Tobirama ya que lo miró molesto, y a mí parecía que quería enterrarme tres metros bajo tierra con la mirada, pero por suerte no se puede.

Las clases siguieron normales, al menos para los demás ya que él idiota de Tobirama no paraba de golpear mi asiento haciendo que no pudiera escribir bien y harta me levanté de mi asiento dándome la vuelta para verlo, él me miró con su estúpida sonrisa ladina mordiendo su lápiz, y sin dudarlo dos veces me lance a él tratando de golpearlo.

—¡Ya me tienes harta maldito estúpido! —lo tomé del pelo —¡Ya déjame en paz no te soporto!

—¡Déjame maldita loca! —gritó molesto tomándome de los brazos intentando alejarme de él

—¡Señorita deje al joven Senju! —dijo la profesora

—¡¿Qué no está viendo que me está molestando?! —lo señalé

—Yo sólo estoy viendo que lo está molestando a él y si no se calma tendré que llevarla a la dirección.

Lo que me faltaba, que la profesora también estuviera del lado de este idiota, no me podía creer que Hiroshi tuviera razón, aquí todos están de lado de Tobirama, no hay nadie aquí que pueda contra este idiota, nadie podrá ayudarme por más que diga la verdad de que me ha molestado, nadie hará nada al respecto y si yo no hago algo este idiota seguirá molestándome, pero le demostraré que yo no soy como todos estos idiotas que se dejan manipular por un imbécil como él. Lo volví a tomar del pelo casi queriendo arrancarselo, ya no me importaba si me mandaban a la dirección alguien tenía que enseñarle que no es lo que él cree.

—¡Señorita, váyase a la dirección! —ordenó la profesora

—Mejor —la miré —Ahí no tendré que ver la cara de este imbécil.

—Al menos no seré yo quien estará castigado o expulsado —rió acomodándose el pelo

—Maldito imbécil —le di una patada en su pierna

—¡AHG MALDITA LOCA! —se quejó

Sonreí saliendo del salón con mis cosas dirigiéndome hasta la dirección, oh Dios, mi segundo día aquí y ya estoy en problemas, mis padres estarán decepcionados de mí pero no es mi culpa, Tobirama me saca de mis casillas y no puedo evitarlo, sí o sí tenía que golpearlo para sacar mi enojo con él, aún tengo ganas de golpearlo pero estaré definitivamente expulsada de aquí si no me calmo.