| • ° † 𝓥𝓮𝓬𝓲𝓷𝓸 𝓡𝓾𝓲𝓭𝓸𝓼𝓸 † ° • | 𝐓𝐨𝐛𝐢𝐫𝐚𝐦𝐚 𝐒𝐞𝐧𝐣𝐮

❞𝐋𝐚 𝐯𝐞𝐜𝐢𝐧𝐚 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐚❞

| • ° † 𝓥𝓮𝓬𝓲𝓷𝓸 𝓡𝓾𝓲𝓭𝓸𝓼𝓸 † ° • |

❞𝐋𝐚 𝐯𝐞𝐜𝐢𝐧𝐚 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐚❞

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ: 2

En lo que Hiroshi cantaba como gallo a medio morir en el baño yo me encargue de limpiar un poco la entrada de mi casa recogiendo las hojas secas del árbol que tenía mi mamá alfrente de la casa, aunque detuve mi actividad al ver que un carro de mudanza se había estacionado en la casa de al lado, no sabía que se iban a mudar algunas personas a esa casa por lo que se dice de esa casa, pues según la familia de los ancianos que tenían esa casa no querían venderla por recordarles a los ancianos pero creo que cambiaron de opinión.

De adetras del carro de la mudanza salió una chica algo chaparrita con pelo largo negro, tenía lentes pero la hacía ver linda, era de piel algo morena y de labios algo gorditos, ella en cuanto me miró me sonrió saludándome con la mano, yo sólo frunci el ceño dándome la vuelta siguiendo recogiendo las hojas secas y barriendo la poca tierra que tenía la entrada de mi casa

—¡Mira! —gritó Hiroshi llegando a mi lado asustando me —Llegaron vecinos nuevos

—¡¿Qué demonios haces con mi ropa?! Ponte la tuya

—No, está sucia

—Me vale queso, pontela porque sino te arranco esa que tienes puesta y que todos te vean la miseria que te cuelga

Hiroshi se hizo el ofendido negando con la cabeza llamándome “mal amigo” yo simplemente lo ignore metiéndome a la casa para poder darme un baño, el cual no sería tan largo ya que no podía dejar tanto tiempo a Hiroshi solo en mi casa pues podría descomponer algo o romper algo de mi mamá, por lo que en cuanto me termine de dar el baño y vestirme salí corriendo hasta la sala en donde pude observarlo hablando con la misma chica que me había saludado

—¿Qué demonios haces Hiroshi?, La fiesta es hasta las 8 de la noche —dije molesto

—Ay no seas amargado y saluda —se levantó del sofá junto con ella —Mira, se llama _______ Hatake, y es nueva en el vecindario

—Hola —sonrió

—No me importa, sácala de mi casa ya

—Que grosero —hizo una mueca —No le hagas caso es sólo que está en sus días —rió junto a ella

—Esta bien yo ya me voy, tengo que acomodar mis cosas, espero verte otra vez Hiroshi

—Claro, nos veremos todos los días porque vendré a la casa de Tobirama todos los días por verte —le guiñó el ojo

—Jaja bien, nos vemos

Se fue dejándome a solas con Hiroshi al cual lo miraba con enfado, él sólo rodó los ojos saliendo de mi casa quizás pensando en cancelar la fiesta pero no me importa, haría esa fiesta con o sin él, debe de entender que no puede meter a personas desconocidas a mi casa cuando estoy ocupado en algo, está, por más amigo que sea mío, es mi casa y no puede hacer lo que se le plazca porque no es suya sino mía.

Hiroshi volvió a la casa acompañado de Gus, un compañero de nuestro salón que era casi igual que él de loco, y atrás de ellos venían más chicos de la preparatoria listos para comenzar con fiesta; aún no era la hora acordada pero no nos vendría mal comenzar luego para que la fiesta no se terminara tan tarde y sin más, le pedí a Hiroshi que colcara algo de música para alegrar la fiesta, él no lo dudo ni dos veces y colocó la música a todo volumen alocando a todos quienes ya tenían sus vasos llenos de refresco o alcohol.

Yo me quedé al lado de Hiroshi en todo momento mirando a los demás divertirse y algunos llegaban a la casa con algunas bolsas negras que me entregaban, que eran botellas de alcohol para alegrar más la fiesta; sinceramente no pensé que la casa se pudiera llenar de tantas personas de la preparatoria y algunas que no conocía muy bien, pero no importó ya que entre más personas es mejor la fiesta, aunque me preocupaba que se estuvieran emborrachando tan rápido y para que se vayan será muy difícil.