Prólogo

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Año 2009 - 2010

La vida de Eloísa Ramírez cambió de la noche a la mañana cuando sus padres se separaron hace unos 10 años. Desde ese momento tanto ella como su hermano mayor tomaron caminos distintos junto a cada uno de sus padres. Su madre, María, se dedicó en cuerpo y alma a educarla, criarla y cuidarla. Su padre, Sabino, en cambio se llevó a su hermano Oliver a Italia a vivir.

Pasaron los años, los hermanos tenían contacto, pero cada vez más alejados de todo. La madre de Eloísa apenas hablaba de su padre, ni de su hermano y eso era algo que realmente le molestaba.

Un buen día, la madre de Eloísa recibe una inesperada llamada que cambia sus planes.

-¿Estás seguro qué han vuelto a la ciudad? -Pregunta incrédula.

-No te estoy mintiendo, María. -Contesta una voz masculina por teléfono. -Ni se te ocurra ir a ver si lo han hecho.

-En realidad deberías ir tú, pero eres un cobarde. -Amonesta María a la persona con la que habla. -Siempre lo has sido y siempre lo serás. -Suspira profundamente. -Yo tengo que ir a ver si todo está bien.

Eloísa abre la puerta de casa, anunciando así su llegada de la pre-universidad. Su madre, temiendo lo peor, cuelga el teléfono y va a recibir a su hija.

Horas más tarde, María decide contarle a su hija que van a ir a Estados Unidos para tomar unas vacaciones a visitar a unos amigos. Sin embargo, omite cierta información de sus verdaderas intenciones de volver a su país natal.

*******

-Así que ahora nos vamos a Nueva Orleans... -Mira a su madre. -¿Está pasando algo qué no sé? -Pregunta Eloísa.

Su madre niega con la cabeza y sonríe.
-Hija, ves y lees mucha fantasía. -Acaricia las manos de su pequeña. -Solo vamos unas semanas a las afueras de Nueva Orleans con los Navarro. ¿Te acuerdas de ellos?

Su hija pone los ojos en blanco.

-Como para olvidarlos... Siempre tuve la sensación de que, de pequeña, tú, papá y los señores Navarro queríais que Lucas y yo fuéramos pareja de mayores.

María se ríe mientras están sentadas ya en el avión.

-Tienes mucha imaginación desde que eras pequeña. -Suspira y se sincera con ella sobre ese tema. -Siempre quise que Lucas fuera el hombre que te protegiera de todo lo malo.

Eloísa vuelve a poner los ojos en blanco.

-Sabes de sobra que yo no necesito protección, sé hacerlo muy bien yo sola. -Niega con la cabeza. -Voy a cumplir 19 años, mamá.

-Lo sé, mi amor, lo sé. -Responde su madre pensativa. -Venga, ahora duerme que aún queda mucho camino para llegar.

********

Así pasaron dos semanas, donde ellas y la familia Navarro la pasaron en general, bastante bien. Aunque siendo sinceros, Eloísa no estaba muy a gusto con ellos. En su 19 cumpleaños, lo celebraron en esa casa, rodeadas de esos misteriosos y estirados personajes. Eloísa aún no era consciente de que ese día sería el que cambiaría su vida para siempre.

Hablando de la cumpleañera, está sentada mirando una de las hermosas fuentes que tiene la mansión Navarro. Ella contempla concentrada el agua correr de la fuente que ni siquiera siente que Lucas, el mayor de los hijos de la familia, se le acerca. Como está haciendo bastante fresco, él caballerosamente le pone su chaqueta a Eloísa sobre los hombros.

-Está haciendo frío, Elo. -Se anuncia. -¿Por qué no entramos a casa?

-Te pedí que me dejaras sola, Lucas. -Responde ella, devolviéndole la chaqueta. -No tengo frío.

Nada Que PerderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora