Capítulo 10 - Cuando la razón pierde la batalla

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Elijah

Tuve que huir de la casa Salvatore. No pude, ni puedo sucumbir al sentimiento que Eloísa quiere que sienta por ella, aunque yo también lo desee.

Mientras conduzco hasta casa una figura femenina se me aparece por el camino. Paro antes de arrollarla, paro en seco y analizo un momento quién es la persona que tengo frente de mí.

-Katerina...

-Hola, Elijah...

Salgo del coche y la empotro contra un árbol cercano

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Salgo del coche y la empotro contra un árbol cercano. Aprieto mi agarre en su cuello.

-Elijah... me haces daño... -Intenta soltarse de mí. -Soy Katherine...

-Katerina, dame una sola razón para que no acabe con tu vida. -Le digo mientras no la suelto.

-Porque en el fondo... aún sientes algo por mí, mi querido Elijah.

Siento que su vida se le escapa de las manos, pero es lo que tiene ser un vampiro, volverá a vivir. La suelto y doy dos pasos hacia atrás.

-¡Auch! ¡Qué bruto! -Katerina se toca el cuello y me mira con su mirada seductora. -¿No vas a darme un beso? Han pasado, ¿qué? ¿500 años?

Pongo mis ojos en blanco mientras ella se acerca. Lo que me faltaba ahora es escuchar a Katerina. Ella siempre tiene un plan para salirse con la suya.

Se me acerca del todo y acaricia mi cara. Sus delicadas manos me hacen volver hace 500 años atrás. Yo pongo mis manos sobre las suyas. Fue una de las mujeres más importantes en mi vida... sobre todo porque era el vivo retrato de la primera mujer que amé.

Katerina se muerde el labio inferior y yo la observo. Acaricio su pelo, su nuevo look le queda bastante bien. Yo doy el primer paso y la beso esperando así quitarme el sentimiento que crece dentro de mí por otra persona.

Sin embargo, no da resultado, la imagen de la pequeña Salvatore me viene a la mente. Los labios que necesito no son precisamente los que beso.

Katerina se aparta de mí y niega con la cabeza.

-Vaya... así que no me has echado de menos. -Da la vuelta nuevamente a mi alrededor. -¿Es qué te ha confesado la pequeña Salvatore? -Su sonrisa maliciosa me hace comprender que ha entrado en mi mente.

-KATERINA...

Ella vuelve a acercarse a mí y acaricia mi cara.

Ella vuelve a acercarse a mí y acaricia mi cara

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