Capítulo 11 - Mi única amiga

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Eloísa

¿No era lo que yo quería? ¿Qué Elijah correspondiera a mis sentimientos? No puedo pensar con claridad, pues él se ha adueñado de todo mi ser. Elijah me besa con tanta pasión que no puedo resistirme más y yo sucumbo a la necesidad de mi cuerpo por él.

Sus manos que sujetaban mi mentón, ahora están en los lados de mi cabeza para que no pueda escapar. Mis manos acarician su espalda mientras estamos así. Sin embargo, aparta un momento sus labios de mí para que ambos podamos respirar.

Los dos nos miramos a los ojos y nos sentimos confusos. Siento una de sus manos acariciando mi cara y yo hago lo mismo.

"Querida, sabes perfectamente qué necesitas a alguien a tu lado para que te guíe. Yo puedo darte al que quieras, pero no puedes entregarte a nadie sin realizar el ritual de unificación. ¿Entiendes?" Una voz en mi mente hace que me dé cuenta la tontería que estoy cometiendo así que le empujo para que me suelte.

-¡No! -Mi respiración está bastante agitada, supongo que lo nota. -Tienes mucha razón, esto no puede ser...

-Eloísa... -Elijah, que está igual de confuso y agitado como yo, intenta acercarse nuevamente.

-No te acerques... -Me muerdo el labio inferior instintivamente.

Sin hacerme caso, él se vuelve acercar a mí y me toma de la mano para que sienta su corazón latir.

-No debiste entrar en mi vida... ahora no puedo sacarte de aquí. -Me explica. -He intentado arrancarte del fondo de mi ser, pero simplemente no puedo.

¿Eso es una confesión? Aunque yo deseo con todas mis fuerzas estar al lado de Elijah, las palabras de aquel hombre que conocí hace unos días, me hacen entrar en razón.

-Sé lo que soy, Elijah. Sé que el amor está prohibido para mí y que si llegara a enamorarme de alguien y me entregara por completo, esa persona perdería su voluntad. Toda la pasión que yo podría sentir por él nos consumiría a ambos y terminaría confesándolo y haciéndolo mi esclavo. -Me acerco a él y acaricio rostro cuando se agacha. -No podría vivir sabiendo que tú corres ese destino por mi culpa.

Observo sus expresiones faciales, lo que me da la sensación que él era consciente de ello.

-¿Lo sabías? -Pregunto con confusión.

Elijah asiente con la cabeza.

-Siempre tuve la sospecha desde que te vi usando tus poderes el día que nos conocimos.

Ambos nos quedamos callados por unos instantes. Siento como se acerca a abrazarme y yo no puedo evitar corresponderle de la misma manera. Desde que emprendí mi viaje en busca de mi madre, fue él quién me salvó y de quién me enamoré.

Damon sale a buscarnos y antes que haga una escena, me suelto del Original y voy dentro. Necesito saber si es mi madre la que está en esta morgue.

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Después de haber leído el informe de los análisis, aún me cuesta asimilarlo.

-No es tu madre, Eloísa... debes alegrarte por ello. -Siento a Rose cerca de mí.

Y siento alivio en el fondo de mi corazón, sin embargo, saber que ella está por ahí perdida, me vuelve el sentimiento de culpa por haberla dejado marchar.

Los brazos de Stefan me reconfortan un poco. Damon se me acerca y acaricia mi cabeza.

-Estoy convencido que la encontraremos.

Cuando busco con la mirada a Elijah, pero es inútil, él se ha marchado ya.

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Unos días más tarde, me encuentro con una persona que conocí hace unos días.

Nada Que PerderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora