Capítulo 3 - Mystic Falls

145 10 2
                                    

Eloísa

Conozco a Rose desde hace muchos años, mi madre la la trajo una vez a casa para cuidarme y nos hicimos muy amigas. Ella y la otra rubia eran como mis hermanas mayores. Rose a veces venía en la noche con Trevor para ver películas cuando tenía que cuidar de mí, pero pronto se marchó. Está igual como la recuerdo.

-¿Eloísa? -Pregunta ella confusa. -¿Qué haces aquí?

Otro que hace una cara de ¿qué coño está pasando aquí?, es Stefan.

-¿Os conocéis? -Pregunta él con intriga.

Yo asiento con la cabeza y corro a abrazar a Rose. La mujer que está a mi lado apenas ha envejecido. Ella me envuelve en sus brazos y besa mi cabeza.

-Pequeña Eloísa... -Sonríe gratamente. -Te ves hermosa.

-Y tú te ves espectacular... -Beso su mejilla y miro a Stefan. -Ella fue mi cuidadora cuando mamá se separó de papá.

Mi primo está apunto de decir algo, pero se calla.

-Eloísa, ¿recuerdas dónde te quedabas cuándo eras más pequeña? -Cambia de conversación y clava sus ojos en mí.

Yo asiento con la cabeza.

-Pues puedes ir a dejar tus cosas. Luego bajas para pedir la cena.

Muevo mi cabeza asintiendo y luego miro a Rose.

-Stefan, ¿puede quedarse Rose aquí? -Pregunto inocentemente. -¿Os conocéis?

-No del todo, pero tenemos una amiga en común. -Ella dirige su mirada a Stefan. -Lexi.

Ahora es mi turno de poner cara de poker. ¿Stefan conoce a Lexi?

-Le puedes acomodar la habitación de al lado si te apetece. -Me contesta sin prestarme la mínima atención.

Las dos personas con las que comparto espacio en este momento necesitan hablar así que hago caso y me retiro dejándolos solos.

Las dos personas con las que comparto espacio en este momento necesitan hablar así que hago caso y me retiro dejándolos solos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hacía una eternidad que no venía por aquí. Pasear por estas escaleras cuando jugaba con el tío Zachary y Stefan.

Llevo las maletas a mi habitación y traigo la pequeña mochila que trae Rose. Antes de seguir buscando a mamá, tengo que comprar ropa para Rose.

Después de acomodar todo, escucho voces gritando en el salón así que bajo.

-Damon, cálmate. -Es la voz del rubio de la familia. -Rose se queda aquí. Tiene mucha información que nos puede ayudar.

-Mi noble hermano... -El que habla ahora es Damon, el mayor. -Que haga lo que quiera. -Se produce un silencio incómodo.  -¿Y ahora qué, Stefan?

-Tenemos otra visita... -Le comunica y aparezco yo.

Nada Que PerderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora