VIGESIMOQUINTO✨

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Una semana, una maldita semana que no ha podido ver a Hoseok, lo había intentado en reiteradas ocasiones, pero Ji Hu había dejado indicaciones de que no le permitieran entrar a las celdas, estaba entrando en una desesperación más aún al imaginarlo...

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Una semana, una maldita semana que no ha podido ver a Hoseok, lo había intentado en reiteradas ocasiones, pero Ji Hu había dejado indicaciones de que no le permitieran entrar a las celdas, estaba entrando en una desesperación más aún al imaginarlo demacrado y destrozado en un rincón de ese helado y horrible lugar, y sobre todo por lo que debe estar sufriendo por todo lo que se ha tenido que enterar.

Su misión había Sido designada a otro agente, el hecho de que Myung Dae este bajo custodia facilito las cosas para acceder a la información sobre sus negocios, encontrado en ellos todo los antecedentes sobre sus lavados de dinero, sin hablar de sus movimientos y tratos con las otras mafias dónde movía la droga que el importaba al país, también encontrando nombres de gente poderosa que lo apoyaba, pero aún faltaba saber cómo era posible que tan grandes cargamentos entraran al país sin levantar las sospechas de las autoridades, era más que obvio que tenía gente entre la policía o quizás en las filas de las fuerzas especiales, pero no salía nada que pudiera evidenciar esa teoría y necesitaban descubrirlo.

Ya no podía aguantar más, tenía que hacer algo, por esa misma razón caminaba apresuradamente por los largos pasillos, si antes sus compañeros los calificaban cómo frío y gruñón, ahora decían que era como el mismo demonio, no sé atrevian ni siquiera a mirarlo.

Abrió la puerta de golpe —Tienes que dejar que lo vea, el no tiene nada que ver con toda esta mierda.

Se acercó hasta quedar frente al escritorio donde apoyo ambas manos.

—Buenos días Min —Dijo Ji Hu con voz calmada y sin despegar la mirada de la computadora —¿Cómo te encuentras está mañana?

—Deja las estupideces Ji Hu, necesito verlo, hablar con el.

Ji Hu levantó su rostro para encarar a un Yoongi furioso —Cuida el tono que usas hacia mi, recuerda que soy tu superior y no dudaré en correte si tus insolencias no desaparecen.

—Ji Hu, mi paciencia se está agotando y no seré amable.

El nombrado se levantó para rodiar su escritorio con sus manos tras la espalda, por lo que Yoongi giro para quedar frente a el, estaba jugando con su paciencia eso estaba claro.

—Por ahora solo su abogado puede tener contacto con el, pero.... —La sonrisa que de pronto apareció en su rostro no daba buen agurio —¿Que estás dispuesto a hacer?

—Lo que sea

—Dios Min, nunca creí verte de esta manera —Camino hasta quedar a un costado de Yoongi, poso un una mano en su hombro —No creo que el quiera verte, se le dió la oportunidad de poder llamar a una persona, de obtener la visita de alguien y creeme que no fue a ti a quien pido ver.

El corazón de Min se apretó al escuchar eso, su Hoba no quería saber nada de él y de alguna manera podía entenderlo, si tan solo hubiera Sido valiente y se hubiera atrevido a contarle quien era en realidad, Quizás nada de esto estaría pasando, pero era algo de lo que tampoco estaba seguro era que el castaño lo hubiera aceptado después de esa confesión, talvez Hoseok lo hubiera odiado desde mucho antes.

Déjame Cuidarte (Yoonseok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora