Min Yoongi uno de los mejores agentes de una organización secreta que se dedica a descubrir la corrupción de las familias más poderosas de Seúl.
Es asignado a infiltrase en la gran Familia Jung, la cual a estado bajo la mira de la agencia por mucho...
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Se sentía muy frustrado, incompetente por no poder lograr lo que le había encomendado, Jungkook sentía que de algún modo le había fallado al chico que tanto quería y por otro lado estaban los que solía llamar amigos, que todo lo que quedo del día en que discutieron fue rencor por lo que se dedicaron a ignorarlo, no iba a negar que la indiferencia del que fue su mejor amigo le dolía enormemente, pero ¿Valia la pena todo lo que esta sacrificando por salvar y tener el amor de Hoseok? para el si lo Valia, desde que lo vio por primera vez anhelo con toda su alma ser la pareja del chico inalcanzable.
Si bien logro llegar mucho mas lejos que mucho de los que lo habían intentado, pero sin embargo tenia muy claro que no era por amor que ellos pudieron estar juntos, todo era una mera satisfacción para Hoseok, pero no se iba rendir, no ahora que tenia una esperanza de poder alcanzar su objetivo.
Decidió salir de su casa y subir a su moto con su típica chaqueta de cuero negra, además de sus guantes, Sentir el viento golpear su rostro mientras aumentaba la velocidad era algo tan gratificante para él.
Cuando doblaba en una de las calles principales, una camioneta negra bloqueo su paso, por lo que tuvo que frenear repentinamente casi impactando con ella, maldijo en silencio ya que él sabia perfectamente de quien se trataba y no se arriesgaría a decir algo que podría meterlo aun mas en problemas.
Dos hombres bajaron de aquella y se acercaron a él, por lo que decido bajar y sacarse el casco.
—Hola Niño, debes imaginarte por que estamos aquí.
—Si, me lo puedo imaginar.
Jungkook sin esperar más subió a la camioneta, ya sabía cuáles eran la indicaciones y sabía que no debía protestar ni hacer preguntas, vio como otro hombre se subía a su motocicleta para comenzar a conducir tras de ellos, eso lo alivio un poco, no seria nada sin su adorada moto.
Después de unos minutos de agónico silencio llegaron a una casa oculta entre enormes árboles, no era tan grande como solía ser la mansión Jung, pero se notaba el cierto lujo, era obvio que Jung Myung Dae no podría vivir en una pocilga.
Fue conducido a lo que el suponía era el estudio del lugar, dónde sentado tras un gran escritorio se encontraba el patriarca de la familia Jung.
—Niño, pasa... Esperaba noticias tuya está mañana, pero veo que preferiste esconderte cómo una asquerosa rata.
Inconscientemente Jungkook tembló en su lugar ante tan imponente voz que lleno el lugar, por lo que solo agachó la cabeza evitando mirarlo a los ojos.
—No... No sabía cómo decir... Que todo había salido mal.
Myung Dae bufó, claro que todo había salido mal, su nieto a hora estaba en manos de un enfermo asesino, que no dudaría ni un segundo en lastimarlo de la pero manera, Hoseok era inocente, un poco caprichoso, pero era ajeno a todo ese mundo de traición y de despiadados seres que solo buscaba la gloria con el sufrimiento ajeno.
