OCTAVO✨

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Había pasado una semana desde aquella vez en que Yoongi y Hoseok se habían entregado uno al otro, para posteriormente humillarse mutuamente, el castaño ignoraba completamente la presencia de Min, tanto le había dolido sus palabras que no era capaz...

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Había pasado una semana desde aquella vez en que Yoongi y Hoseok se habían entregado uno al otro, para posteriormente humillarse mutuamente, el castaño ignoraba completamente la presencia de Min, tanto le había dolido sus palabras que no era capaz de mirarlo, ya que lo primero que aparecía en su mente, era la cara de Yoongi seria y su mirada oscura al momento de soltar todas esas palabras.

Yoongi lo observaba desde lejos, siempre tras de él como era su trabajo, preferiría que lo siguiera menospreciando, seguir escuchar sus berrinches cuando no hacía lo que él quería, por que su indiferencia le estaba atravesando el corazón, ahora no recibía ni una sola mira de su parte, ni un solo gesto, el no era capaz de entender por qué le afectaba o molestaba tanto su despresio, sentía esa opresión en el pecho que le cortaba la respiración, lo único que le quedaba ahora son los recuerdos de aquel día en que pudo sentir su piel, donde pudo manejar ese cuerpo a su antojo y sobre todo las hermosas y sensuales expresiones que mostraba cuando se dejaba llevar por el placer, por las noches podría jurar que aún escuchaba los jadeos y gemidos del castaño en su oído y eso lo estaba volviendo loco.

Myung-Dae se había marchado hace dos días, por lo que Min se obligó a concentrarse y comenzar para lo que había venido en primer lugar, espero pacientemente a que la noche cayera, se cercioró de que los empleados estuvieran dormidos y que Hoseok también estuviera ya en el mundo de los sueños.

Cuando dieron las 1 de la madrugada, encendió su computadora y se dispuso a desactivar cámaras y sistemas de seguridad, no estaba dispuesto a correr ni un tipo riesgo, llevaba semanas estudiando cada detalle.

Ya listo con una vestimenta totalmente negra, gorro del mismo color y una mascarilla que solo dejaba ver sus ojos, para así poder ocultarse en la oscuridad ante cualquier inconveniente, caminó sigilosamente por los pasillos, mientras colocaba un par de guantes negros, miraba en todas direcciones atento a detectar algún movimiento sospechoso.

Frente a él se encontraba aquella puerta que ocultaba todos los crímenes de Jung Myung-Dae, estaba a punto de encontrar lo que tanto deseaba para salir rápidamente de esa casa, pero una leve duda se instaló en su cabeza, esa misma que lo tenía aun parado sin decidirse a entrar, La cara del castaño apareció en su mente, esos ojos, esa mirada, los lindos hoyuelos que aprecian cuando sonreía ligeramente, que lastimosamente no eran dedicadas a él, solo le ha tocado verla desde lejos, pero sin embargo se quedó grabada en su cabeza, todos esos detalles lo estaban haciendo dudar en esos momentos.

Sacudió su cabeza para disipar todo rastro de duda, Nunca había sido débil ante nadie y esta no iba hacer la primera vez, iba acabar su trabajo, se largaria para siempre de la vida de Hoseok y volverá a su rutina solitaria de siempre.

Entró en aquella oficina, encendió una pequeña linterna que portaba, sabía que encender la luz llamaría la atención de los guardias que se encontraban rondando por los alrededores de la mansión, cajón por cajón, carpeta por carpeta comenzó a buscar, solo papeles relacionados con la empresa que tiene como fachada, contratos de los empleados que trabajan para él, documentos contables, pero nada relacionado de sus movimientos sucios, encendió el Notebook que posaba sobre el gran escritorio, no tardó en descubrir la contraseña y comenzar a indagar por los distintos archivos que hay se encontraban, pero había una carpeta que llamo su atención "Hoseok" tenía por nombre, ¿qué podía contener? ¿serán datos sobre él?, no dudó en abrirla, una gran sorpresa se llevó al descubrir que ahí se encontraban todas las pruebas de sus negocios ilícitos, Tráfico, lavado de dinero y sobre todo los antecedentes de las personas que habían desaparecido misteriosamente.

Déjame Cuidarte (Yoonseok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora