SEXTO✨

345 62 3
                                    

Min paseaba por los pasillos de aquella casa, grabando mentalmente cada detalle que va encontrando, miró en todas direcciones procurando que no hubiera nadie observándolo, sacó su teléfono, tomó varias fotos y procediendo a enviárselas a su jefe, ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Min paseaba por los pasillos de aquella casa, grabando mentalmente cada detalle que va encontrando, miró en todas direcciones procurando que no hubiera nadie observándolo, sacó su teléfono, tomó varias fotos y procediendo a enviárselas a su jefe, debía tener algún registro, ya que después las borraba para que no quedara ni una evidencia.

Bajo a la cocina por un vaso de agua y quizás algún refrigerio, al momento de entrar pudo ver a Sun-Hee muy concentrada preparando algún tipo de comida.

—La veo bastante entusiasmada Señora Sun —Aquella mujer en apenas dos semanas le había tomado algún tipo de estima a Min, a pesar de que el muchacho es un tanto frío y distante, pero por alguna razón Yoongi sentía algún tipo de confianza con ella.

—Oh, Hola Muchacho... si le preparo unos Gimbap a mi niño, está un poco decaído —Yoongi rodó los ojos ante la leve mención del castaño, pero rápidamente cruzó por su mente la cara de Hoseok con unas pequeñas lagrimas saliendo de la oficina de su abuelo.

Recordó aquella opresión en su pecho debido a eso, no iba a negar que por un momento pasó por su mente tomarlo y abrazarlo fuertemente para poder hacer que todo dolor que sienta su corazón desapareciera.

—Entiendo —fue lo único que dijo y se levantó rápidamente para salir, ¿quizás si iba y trataba de hablar con él para hacerlo olvidar su tristeza? Sabía muy bien que comenzaría a pelear, pero para él eso serviría para que olvidara lo anterior.

—¿Con qué tipo de pesadez llegare para lograr que comience a pelear conmigo? —Se dijo a sí mismo, mientras subía esa larga y gran escalera que dirigía a las habitaciones principales.

Caminaba por aquellos pasillos aun pensando que hacer para lograr hacer que el castaño comience a gritarle como siempre, pero su caminar se frenó repentinamente frente a la puerta de Hoseok, ¿eran gemidos los que salían desde su habitación?

Dio unos pasos más para acercarse, puso su mano en el pomo dispuesto a abrirla, hasta que un gemido realmente fuerte lo detuvo y posteriormente la voz de Hoseok.

—Kookie... mue... muévete, ya no... ya no aguanto.

—Todo lo que desee mi príncipe

Retrocedió y apretó los puños fuertemente, sentía como la rabia estaba subiendo por su cuerpo, ni el se podía explicar por qué lo estaba sintiendo, pero estaba ahí esa maldita sensación de querer golpe a ese idiota que está con el.

—No estaba tan triste como parece —Murmuró.

Se gira con la cara roja por la rabia, pero no iba a dejar que aquel mocoso siguiera disfrutando mientras él se estaba retorciendo de la rabia.

Caminó apresuradamente por aquellos pasillos que ya se había aprendido de memoria, hasta que llego a aquella gran puerta, con esos dos caballos que la adornaban.

Respiro profundamente para poder calmarse y dio unos golpecitos para poder anunciar que se encontraba del otro lado.

—Adelante —Se escucho la voz ronca desde el otro lado, Yoongi abrió lentamente dejando ver sólo su cabeza —Ah, muchacho eres tú... pasa, dime que necesitas.

Déjame Cuidarte (Yoonseok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora