NARRADOR: GUIDO
Ya pasaron tres meses y Camila, aún sigue en coma, cada vez se pone más difícil todo para nosotros y para sus padres. En estos tres meses estuvimos yendo dos veces por semana de visita al hospital, también invitamos en ocasionadas veces a cenar en la casa de Lucas, a los padres de Camila. Se podría decir que nos conocen pero aún falta mucho más, siento que aún no nos perdonan y es lógico, su hija aún sigue en coma pero siento más que nada que, conmigo se la agarran más, me hacen comentarios hirientes algunas veces que pueden ser directos o no y también, en sus ojos todavía veo ese rencor y se que aún no nos perdonaron pero al menos, nos dejaron demostrar quienes somos, son muy buenas personas y eso hay que destacarlo.
Por otro lado, con la banda seguimos igual, nos alejamos de nuestro público, de nuestras redes sociales, ya no salimos a ningún lado y todo lo hacemos con máxima cautela. Eso realmente nos duele mucho, nuestras caras están por todas partes y se nos condeno muy mal ante toda la sociedad, nos duele un montón no poder seguir con nuestra música y aveces siento las energías, las miradas de mis hermanos. Se que ellos me culpan por lo sucedido aún que no me lo digan pero lo se, ¿Qué puedo hacer? no puedo volver el tiempo atrás y ojalá lo hiciera pero no se puede.
Después de ducharme, bajo a la cocina para merendar con mis hermanos y con Lucas, ellos ya están por empezar a merendar así que, agarro una taza y me sirvo café, en la mesa hay medialunas de grasa. Me siento en el medio y comienzo a comer como todo un desesperado, porque si hay algo que me destaca es que soy un desastre comiendo, un completo bestia.
- Te vas a atragantar - dice Lucas, después de dar un sorbo a su café.
- Siempre se atraganta, hasta con la chota - dice Gastón y todos se ríen.
- Chupame la pija - respondo y sigo comiendo, en ese momento suena el celular de Pato y él responde al llamado.
- ¿Qué? espere no estoy entendiendo nada, sisi.... pero... ¿Eso esta confirmado? no, es que me parece... pero no digo eso Sara, dejeme... pe... esta bien - le cuelga y Pato, tiene una cara de funeral. - La puta madreeeee - tira su taza de vidrio al suelo.
- Eyy ¿Qué paso? - pregunta Lucas, preocupado y todos estamos igual.
- ¿Qúe paso? hablaa - dice Gastón, desesperado.
- Era la mamá de Camila, dijo que despertó - lo interrumpo.
- ¿Enseriooo? eso es buenoo - digo algo contento.
- ¿Qué pasa? - pregunta Lucas.
- Si despertó pero a penas despertó le hicieron estudios y por lo que entendí, en un momento ella se quieso poner de pie y dijo que... no sentía sus piernas - mierda eso si que no lo esperaba. - ¿Entienden? no siente sus piernaaasss, le hicieron estudios y dijeron que el accidente le afecto en la movilidad de sus piernas y que no saben si va a volver a caminar - se sienta devastado y comienza a llorar.
- No puede ser - dice Gastón, devastado.
- Mierdaaaa - grita Lucas.
Como si el accidente y que nuestra banda se cayera a pique no fuera poco, ahora sucede esto pero esto si es un golpe duro. ¿Cómo que no puede caminar? le arruine la vida a esa chica, no puedo sentirme más peor.
Sin decir nada, me levanto y me salgo de la cocina para subir a la habitación y me encierro, me recuesto en la cama y me ahogo con la almohada atajando mis gritos desgarradores para después llorar como nunca antes.
Jamás quise causar esto, me siento tan mal, tenía las mínimas esperanzas a que ella despertara y regresara a su vida normal, como nosotros también pero no, ahora me dicen que ya no puede caminar.
- Guido sos una mierda, una mierdaaaaa - golpeo la almohada una y otra vez descargando toda mi ira y tristeza.
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AIRBAG Y SU PRINCESA
AléatoireCamila, una chica común y corriente con una vida bastante ordinaria, rutinaria y aburrida. Pero aún así, lucha por salir adelante y lograr sus sueños, lucha con su depresión y pánico social, soñando que llegara un día en el que ese tormento no la pe...