AIRBAG Y SU PRINCESA

CAPÍTULO 59

NARRADOR: CAMILA

Aún no dejo de llorar y sentirme muy culpable por todo lo que esta pasando con los chicos, las duras palabras de Gastón suenan en mi mente una y otra vez, torturándome y rompiéndome el corazón. Jamás me habría imaginado que mi amigo, aquel que tanto quiero, me podría hablar de esa forma, me duele mucho como me trato, me duele que piense semejante cosa de mi.

Verlo a Pato en ese estado también me hizo muy mal, yo pensaba que él estaba bien y que ya lo había superado o que quizás no era tan real lo que le pasaba conmigo pero me equivoque y me duele saber que lo estuve lastimando. En fin, creo que Gastón tiene razón y deba alejarme de los tres, más que ahora estoy tan cerca de Guido y hablando de él, me duele saber que no lo voy a ver hasta Dios sabe cuando.

Termino de preparar las valijas y de inmediato bajo al loving, antes recibí un mensaje de Gastón donde decía que trate de irme antes de que Pato se despierte, así que estoy haciendo eso.

- Ya esta listo su auto, señorita - me dice la recepcionista y veo que ninguno bajo a despedirme. 

- Gracias - respondo con angustia y salgo afuera. 

Los hombres acomodan mis valijas en el baúl del auto y antes de subir volteo a ver adentro con la esperanza de verlos pero eso no sucede, con todo el dolor subo al auto y el chófer arranca a conducir. 

Ojalá puedan arreglarse los tres y poder estar bien... los voy a extrañar mucho, a pesar de que dijiste todas esas cosas te quiero amigo. 

Mis lagrimas comienzan a caer otra vez mientras recargo mi cabeza en la ventanilla del auto. 

NARRADOR: GUIDO

Una pesadilla hace que me despierte, cuando reaccionó me doy cuenta que me quede dormido y de inmediato me fijo la hora.

- Mierda - me levanto rápido. - Me quede dormido. 

Salgo de mi habitación y camino rápido hasta la habitación de Camila, decidido a impedir que se valla. Golpeo su puerta con insistencia pero no responde y cada vez me desespero más, en un momento aparece un personal del hotel. 

- Señor, no hay nadie en esa habitación - me dice y lo miro desesperado. 

- ¿Cómo que no hay nadie? - me acerco a él. - Acá se quedaba la chica que vino con nosotros. 

- Así es pero la señorita se fue hace 30min - responde y siento que me falta el aire, mi cuerpo comienza a sentir una sensación muy fea. - ¿Se encuentra bien?

- ¿Se fue con valijas? - él asienta con la cabeza y sin dudarlo salgo corriendo. 

Desesperado, sin poder aceptar que Camila se valla, sigo corriendo hasta llegar afuera del hotel. Estoy desesperado, aturdido, mi cabeza da vueltas y tengo muchas ganas de llorar, esto me esta matando. 

- Amigo - escucho una voz familiar, volteo y lo veo a Fede estacionarse con su moto. - ¿Todo bien? vine a visitarlos porque anoche no pude ir a la discoteca. 

- Fede - me acerco rápidamente. - Necesito que me prestes tu moto. 

- ¿Mi moto? - dice desesperado y le quito las llaves, me subo rápido a la moto. - Si te la prestooo, ¿Dónde vas?