SIN EDITAR
🤤<<{Axel}>>🤤
Mis hermanos y yo entramos en la prisión de máxima seguridad a la que venimos todas las semanas para hacerle una especial visita al viejo hijo de puta de nuestro progenitor, cruzamos las puertas de metal, dejamos las armas y todo lo que nos piden al ingresar, nos cachean para saber que no tenemos algún arma escondida y cuando nos dan el visto bueno entramos.
No nos interesa traer armas para ver a nuestro progenitor y no porque no lo queramos muerto, sino porque es más divertido ver lo destrozado que está a diferencia de hace más o menos cuatro años, cuando mi mellizo y yo lo metimos preso.
Nunca fue una buena persona, maltrato y abuso a muchas mujeres, una de ellas fue nuestra madre, un ángel que a pesar de su vivencia nos tuvo a mi hermano y a mi, pero el hijo de puta no contento con eso, tampoco se hizo cargo de nosotros, nos despreció, nos llamó bastardos y nos golpeo de niños.
Alguien debió decirle que los niños crecen y los recuerdos no desaparecen.
A veces.
Erik: ¿Esta semana también pasaron por su celda?
Nuestro hermano menor nos mira como diciendo ¿En serio? si yo tampoco entiendo la pelotudez que acaba de preguntar mi mellizo.
Nils: Todas las semanas sin falta irán a su celda y lo violarán como él lo hizo con mi estrellita.
Lamento tanto lo que ese hijo de puta le hizo a Helena hace casi cuatro años, la destrozó y junto a ella destrozó a mi hermanito y al hermano de ella, ellos dos se unieron luego de lo sucedido, ambos querían llenar el vacío que la falta que la muñeca pelirroja les dejo, nunca había escuchado a Nils tan mal, aquel día nos llamó llorando, sentí tanta impotencia al no poder ayudarlo, quería devolverle a su mejor amiga, pero ya no estaba, era imposible.
Caminamos en silencio hasta el patio donde se hacen las visitas, como cada semana el bastardo está sentado en una mesa alejado de todos por miedo, es divertido verlo esconderse como una rata asustada, nos acercamos a él e inmediatamente las sonrisas en nuestros rostros aparecen, su rostro está cubierto por moretones al igual que sus brazos, la posición en la que está sentado me indica que no puede sentarse cómodamente, apoya su mano en la mesa, podemos ver claramente el espacio de los dos dedos que le faltan desde hace meses cuando quiso revelarse contra uno de sus violadores, sus ojos muestran miedo al mirar alrededor del patio de visitas y se entrecierra con el mismo sentimiento en nuestra dirección, pero mayormente hay irá al mirarnos.
Nils: Padre —dice con alegría y un sarcasmo muy marcado, está contento de verlo demacrado— veo que tu estadía aquí no deja de mejorar.
Mi mellizo y yo nos sentamos frente a él y nuestro hermano menor a su lado, riendo cuando nota que está sentado contra una de sus flácidas nalgas para que su trasero no apoyé del todo en el asiento.
Erik: ¿Qué pasa papá? no te ves feliz de vernos.
Siempre odio que le dijéramos papá y aunque nunca lo consideramos como tal siempre se lo dijimos para molestarlo, era nuestra pequeña venganza cuando éramos niños, se sentía satisfactorio, en especial cuando se lo decíamos delante de alguien y el enrojecia del enojo, claro que después nos daba nuestros "merecidos" castigos, pero en nuestra opinión valía totalmente la pena porque lo hacía fingir cariño hacia nosotros delante de las mierdas que tenía de amigos.
Karl: Bastardos hijos de puta.
Pensar que esa frase de niños nos pegaba tan duro y ahora todo lo que causa en mi mellizo y en mi es gracia.
Axel: Puta eres tú, ¿Porque no te sientas bien?
Hace un intento de mirada intimidante como la que antes nos la daba, pero no funciona, ya no más, menos estando frente a esta demacrada versión de él.
Se pone de pie con dificultad, su desnutrición me genera una inexplicable satisfacción al igual que saber que ya no tiene su virilidad, que le fue arrebatado de lo que tanto se enorgullecía.
Nils: Cálmate padre, no nos gustaría llamar a tus amigos.
Erik: Esos que te visitan en la celda.
Axel: He escuchado que son bastantes... viriles.
Los tres nos reímos con fuerza al escuchar los estúpidos insultos que lanza, golpea la mesa haciendo que lo miremos conteniendo la risa, es divertido que piense que aún puede asustarnos como cuando éramos niños.
Levanta la mano para golpear a nuestro hermano menor, pero antes de que él o nosotros lo detengamos una bala traspasa la mano dejando un visible agujero que gotea sangre, el grito del bastardo alerta a todos aquí dentro y rápidamente están todos apuntando hacia todos lados e iniciando el protocolo para meter a los presos de vuelta a sus celdas, levantan al hijo de puta entre dos mientras grita y llora.
Me gustan sus lágrimas de dolor y sufrimiento.
El zumbido de una bala pasando cerca de mi oreja estremece mi cuerpo con una electricidad azotadora, los ojos del bastardo pierden brillo y quedan totalmente vacíos cuando la bala impacta directo a su entrecejo matándolo en el acto, los agentes que lo sostienen lo miran sin entender qué ha pasado mientras que otros rodean el cuerpo inerte y a nosotros con sus armas en alto y gritando que evacuen la zona.
La sonrisa en el rostro de los tres no se borra ni siquiera cuando los agentes nos gritan que lo mataron, jodidamente si lo hicieron, estoy tan putamente feliz de poder deshacerme de esa escoria.
Agente: Un francotirador, atrapenlo.
Ladra las órdenes por su walkie talkie y nos giramos para ver agentes trepando hacia el techo donde un francotirador está de pie con un traje táctico que lo cubre completo solo dejando ver la zona de sus ojos, asiente con la cabeza antes de mirar por el borde del edificio donde los agentes trepan, un helicóptero se acerca con la escalera de cuerdas baja y el francotirador se trepa a unos escalones.
El helicóptero y el francotirador desaparecen de nuestras vistas cuando los agentes llegaban a la azotea del edificio desde donde disparó.
Nunca iban a atrapar a ese francotirador, ni en un millón de años, ni aunque fueran doscientos agentes y lo estuvieran esperando en donde iba a disparar.
ESTÁS LEYENDO
Atropa Belladona. 1°
RomancePrimer libro de la saga V5NOM. Cuando la vida arrebata tu luz en tan solo un momento solo queda acostumbrarse a la oscuridad que predomina, ¿y qué pasa cuando te gusta tanto esa oscuridad que resulta ser tu mejor aliada? Una misma desgracia, un mis...