Atropa Belladona. 1°

🔥CAPITULO 49🔥

SIN EDITAR.

Tiempo después...

😏<<{Ibrahim}>>😏

Siento tantas jodidas ganas de vomitar en este momento, los nervios me tienen apretando mis dedos entre ellos, el corazón no me ha dejado de latir frenético en mi pecho y mis pies no han dejado de moverme de un lado a otro..

Artemis: Quedate quieto joder me pones nervioso.

No puedo.

¿Y si se arrepiente y no quiere casarse con nosotros? ¿Todavía puedo secuestrarla y encadenarla a mi lado?

No, que cosas pienso, ella quiere casarse con nosotros, lleva a nuestros hijos en su vientre.

Kyros: ¿Si quiere casarse con nosotros verdad?

Gabriel: No digas estupideces por supuesto que quiere casarse con nosotros, somos los hombres más sexys y disponibles de aquí.

Artemis: Disponibles no, tenemos mujer.

Gabriel: Me entendiste estúpido, somos los mejores prospectos de aquí.

Mi mirada empieza a escanear el gran salón de nuestra villa, los boss de todas las mafias con sus familias se agolpan en los bancos esperando ver a la mujer que logró unir a la mafia Griega, Sueca, Arabe y a la Unione Corse, veo a los hombres que fueron invitados por las hermanas de mi mujer, muchos de ellos son sus "no" parejas y los otros, familia que también vendrían siendo "no" parejas, al menos hasta que lo admitan, mis hermanos con su bebé de pocos meses en brazos sin rastros de la perra obviamente.

No la quería en mi boda después de abandonar a mi sobrino porque arruinaba sus planes.

Axel: No pensé decir esto, pero Gabo tiene razón, somos los mejores aquí.

Una risa nos abandona a todos, pero se corta automáticamente cuando la marcha nupcial comienza, todos los invitados se giran en dirección a las enormes puertas dobles por las que un gigante podría pasar, la hermana menor de mi mujer sale primero con su recién nacido en brazos, detrás de ella Francesca, Alexa y por último mi mujer del brazo de Nina.

Al no tener ninguno un padre que pueda llevarla, alguna figura masculina que sirva que no sean sus hermanos porque debían estar con nosotros en el altar, eligió a las demonios y lo bien que hizo.

Las cinco caminan hacia aquí como unas reinas, pero la que más resalta allí es mi mujer que a pesar de tener a Nina a su lado todas se acomodaron para que ella sea el centro de atención con su gran vestido blanco que resalta la hermosa barriga de embarazo, nuestros mellizos se hicieron notar a lo grande y ella luce incluso más hermosa de lo normal, la sonrisa que lleva en el rostro podría iluminar el mundo entero, son pocas las veces que la vemos y me encanta ver qué ese día es hoy.

Calma un poco mis nervios.

Nina: La cuidan.

Klara: O nos aseguraremos de desaparecerlos para siempre.

Ignoramos las obvias amenazas porque no le haremos nada a nuestra mujer, ella nuestros hijos, y la familia que hemos formado son nuestro más grande tesoro.

Ibrahim: Estas hermosa.

Kyros: Alucinante.

Gabriel: Jodidamente sexy.

Un carraspeó nos hace girar para ver al juez esperando terminar rápido aquí, está claro que no disfruta estando rodeado de hombres que literalmente podrían descuartizarlo sin pestañear, nos paramos bien frente al juez, prestando poca atención a lo que dice.

No puedo hacerlo teniendo a mi ninfa tam preciosa junto a nosotros, la cista de su barriga me hace perder casi todo el discurso del juez y solo presto atención cuando Artemis me da un codazo indicándome que está es la parte que si o si debo escuchar.

Juez: Señores Artemis y Kyros Georgiou, Nils, Erik y Axel Andersson, Gabriel Roux, Ibrahim Ahmed y Stefano Kostas, ¿reciben ustedes a esta mujer para ser su esposa, vivir juntos en matrimonio, amarla, honrarla, consolarla y cuidarla, en la salud y en la enfermedad, guardándose fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?

Unísono: Aceptamos.

Por supuesto que sí, hasta la pregunta me ofende.

Juez: Señorita Helena Georgiou, ¿recibe usted a estos hombres para ser sus maridos, vivir juntos en matrimonio, amarlos, honrarlos, consolarlos y cuidarlos, en la salud y en la enfermedad, guardándose fidelidad, durante el tiempo que duren sus vidas?

Helena: Aceptó.

Nuestra sonrisa al escuchar esa simple palabra podría romper nuestro rostro, ella acepta unirse a nosotros, joder, está loca, pero la amo así de loca.

Juez: Si hay alguien aquí presente que se oponga a esta unión que hable ahora o calle para siempre.

Todos nos damos vuelta al unísono, menos mi mujer, no es necesario cuando sus hermanas se dan vuelta con la mirada de muerte asegurada si alguien se atreve a ponerse de pie aunque sea en broma.

Helena: Continue.

Juez: Bien, entonces, ustedes señores repitan después de mí, por favor.

<< Yo, su nombre, te recibo a ti Helena Georgiou para ser mi esposa, para tenerte y protegerte de aquí en adelante, para bien o para mal, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe.>>

Repetimos exactamente sus palabras, mirando fijamente a nuestra mujer mientras le brillan los ojos.

Juez: Ahora repita usted señorita.

<< Yo, Helena Georgiou, los recibo a ustedes, diga sus nombres, para ser mis esposos, para tenerlos y protegerlos de aquí en adelante, para bien o para mal, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para amarlos y cuidarlos hasta que la muerte nos separe.>>

Ella repite todo intercalando su mirada entre todos mientras una sonrisa más que feliz rompe lo que era su rostro serio mientras escuchaba al juez.

Juez: Pueden intercambiar anillos, y firmar aquí, por favor, los testigos ya lo hicieron, en virtud de la autoridad que me confieren las leyes, los declaro Maridos y Mujer, pueden besar a la novia.

Artemis: No hay lugar del que puedas escapar ahora ángel, eres nuestra.

Helena: Ustedes son los que no pueden escapar demonio, los amo.

Joder, siempre que escucho esas palabras mi corazón se salta un latido, a este paso me dará un infarto por lo linda y cursi que puede ser a veces.

Kyros: Viviremos una vida llena de amor fosforito, te lo aseguro.

Si que lo haremos.

Fin...