🔥CAPITULO 37🔥

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SIN EDITAR.

❤️<<{Helena}>>❤️

Estoy literalmente en la escalera del avión cuando mi teléfono suena con una llamada de mi hermano Artemis, atiendo y me pongo el teléfono en la oreja mientras comienzo a bajar las escaleras.

📱Yo: Dime demonio.

📱Artemis: Ángel.

Su voz suena quejosa y agitada, como si le faltara el aire.

📱Yo: ¿Por qué te escuchas así?

Mientras espero que me conteste uso mi reloj para rastrearlo, me monto en el carro que ya me estaba esperando despachando al chofer y pongo la ubicación de su reloj en la pantalla del carro mientra arranco, su silencio comienza a desesperarme.

📱Artemis: Me atacaron.

Es todo lo que dice antes de que la llamada se corte, revisó las constantes de su corazón que toma el reloj en su muñeca desde mi reloj notando que su corazón está latiendo rápidamente.

Carajo.

Piso el acelerador y esquivó varios carros, puede o no que haya chocado a uno o dos para que se muevan de mi camino, pero eso no me detendrá y tampoco al carro, no a este.

Estacionó en una casa a las afueras de la ciudad, no hay hombres que cuiden la casa y eso no me gusta, pero luego recuerdo que el mismo me llamo y me dijo que lo atacaron no que lo estaban atacando.

Aún así saco mi arma y una navaja de mi muslera táctica y las tomo en ambas manos, entro en completo silencio a la casa, lo único que se escucha es la respiración fuerte de mi hermano, joder si la reconocería en cualquier lado, voy hacia donde lo escucho y lo que encuentro no es lo que esperaba ver.

Dejo mi arma y la navaja en el suelo viendo con detenimiento como la mano de mi hermano sube y baja por alrededor de su polla, sus ojos verdes están en los míos y su reloj mostrando una alerta por los latidos frenéticos de su corazón.

La imagen en sí es digna de un orgasmo, Artes se encuentra sentado en un sofá individual desnudo y mirándome, sus piernas abiertas mientras su mano masturba con fuerza su polla.

Artemis: Ángel

Se corre sobre su vientre y mano mirándome, su mano sigue subiendo y bajando con lentitud para exprimir cada puta gota de su semen y una imagen se me cruza por la mente, él corriendose dentro de mí, su semen chocando contra mis paredes internas y no contra el condón.

Helena: ¿No te habían atacado?

Artemis: Las ganas de follarte.

Pendejo si me asusto.

Pero no voy a negar que verlo masturbarse y correrse no me calentó, porque lo hizo y mucho, mi humedad está cayendo por mis muslos al no tener bragas debajo de la falda, desabrochó el botón de esta y la bajo hasta que cae al suelo, llevo mis manos a la espalda jalando del cordón del corsé y me lo saco quedando completamente desnuda frente a mi hermano.

Artemis: Joder te vez sexy solo en esos tacones.

Mi lengua sale a humedecer mis labios mientras camino hacia el solo con los tacones puestos, me siento sobre su regazo mirándolo a los ojos y ubico la punta de su polla en mi coño.

Helena: Me preocupe por tí —hago movimientos circulares sobre la punta de su polla burlándome de él— eso no me gusto demonio.

Bajo metiendo toda su polla en mi interior, su polla estaba húmeda por su semen y sumándose a mi propia humedad facilitó su entrada.

Artemis: Ángel… ah, joder, ángel el condón.

Ignoró lo que dice y empiezo a brincar haciendo que su cabeza se vaya hacia atrás al respaldo del sofá y sus manos a mis nalgas apretándolas mientras me ayuda a brincar, siento olas de indescriptible placer en mi interior recorriendo cada parte de mi cuerpo erizando mi piel.

Mi hermano aprieta bien sus pies en el suelo y empieza a levantar su pelvis para que su subida concuerda con mi bajada haciendo que su polla entre profundamente en mi y el eco de nuestros choques llegué a mis oídos mezclados con mis gemidos y sus gruñidos.

Artemis: Joder ángel… te sientes tan caliente, tan bien sin condón…

Helena: Lo haremos así de ahora en más.

Joder si que lo haremos así.

Con condón se sentía asombroso, pero poder sentir la piel suave de su polla entrando a mi interior y su calor se siente como algo de otro mundo, mi cabeza se siente tan perdida en sus embestidas, en mis brincos y en su grande y gorda longitud que no puedo ni siquiera recordar mi nombre o la razón por la que estamos en una casa desconocida.

Artemis: Oh… ángel, más, más rápido…

Helena: ¡Ah!

Aprieta mis nalgas, mi interior vibra cuando una electricidad me atraviesa los dientes de mi hermano jalan mis pezones haciendo que el dolor se mezcle con el placer generando una creciente sensación de éxtasis.

Artemis: Ángel

Mi interior empieza a contraerse empiezo a saltar con más rapidez veo la mandíbula de mi hermano apretarse mientras siento su polla crecer dentro de mi y explotar, siento mi propio orgasmo estar ahí, pero me muerdo la lengua y la mandíbula y lo retengo lo más que puedo mientras sigo brincando, el semen del orgasmo de mi hermano empieza a escurrirse de mi interior y Artemis aprieta los reposabrazos mientras transpira.

Artemis: Ángel basta.

Me pide, pero no puedo, no cuento siento como su polla engorda más que la vez anterior, no cuando mi orgasmo se formó tan potente preparado para salir, no cuando el calor quema mi vientre.

Artemis: ¡Helena!

Helena: ¡Artemis!

Acabo en un explosivo squirt y aunque suene sorprendente mi hermano también, siento el fuerte chorro de semen golpeando mi pared interior y calentando lo mientras mi cuerpo y el de él sufren intensos espasmos.

Artemis: Mierda… joder mierda, mierda mierda…

Saco mi frente de su hombro y lo miro a los ojos jadeando, sonrío sutilmente como pocas veces hago, sonrío como solo puedo hacerlo con mis chicas y mis hombres.

Helena: Tuviste un squirt.

Artemis: Tu también, mira como me mojaste.

Observó bien sus piernas y el sofá empapado, no le digo por que siento que siente vergüenza, pero hay gran parte de su orgasmo en todo el líquido que moja sus piernas y el sofá.

Atropa Belladona. 1°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora