SIN EDITAR.
💋<<{Gabriel}>>💋
Helena: Ten cuidado en cómo miras a mis chicas, no tolero esas cosas, menos frente a mí.
Miro a la mujer que acaba de sutilmente amenazarme frente a todas estas personas, mi respiración se corta al ver esos preciosos ojos verdes, su cabello anaranjado como el del prometido de mi hermana cae en ondas sobre sus hombros y bajando por su clavícula, sus labios están de un intenso color rojo haciéndolos parecen incluso más carnosos, el inicio de sus pechos voluptuosos llama demasiado mi atención, pero lo que más me atrae hacia ella es su mirada, el hielo denso que dirige hacia mí junto con las dagas.
Es una jodida delicia visual, mi polla está tensa contra el pantalón del traje, puede verlo cualquiera, pero poco me importa.
Gabriel: ¿O qué?
Helena: No puedo asegurar que salgas de este lugar en buenas condiciones.
Gabriel: Es terreno neutral no puedes amenazar aquí.
Helena: Me importan poco las reglas cuando de ellas se trata, no te atrevas a hacer algo que no me guste, porque aquí, afuera o cualquier otro día puede que no vuelvas a despertarte —mira el celular que le tiende la mujer de vestido azul a su lado— de la enorme y solitaria cama en la yace ahora una rubia muy bonita.
Todos las están mirando con asombro y yo jodidamente no puedo esconder mi sonrisa, estoy impresionado por decir poco, ella es... extraordinaria y sexy a simple vista y el lado más oscuro de mi grita por poseerla aunque ella no quiera.
Gabriel: Me interesa poco esa mujer.
Helena: Ella tal vez no, pero te importan tus padres ¿verdad niño de oro?
Es retorcidamente excitante que se atreva a amenazar a mis padres, después de todo no cualquiera amenaza a un boss, pero ella lo hace con toda la confianza del mundo, con toda la convicción de que en verdad podría matarlo y eso, mierda eso me esta haciendo doler la polla.
Artemis: Ángel aquí no, hoy no.
Kyros: Déjala ser, él se lo busco.
Nils: Puede ponerla en una guerra amenazar a un boss idiota, si no entiendes de nuestro mundo no hables.
Helena: Jirafa, te amo, pero no te permito que lo trates así.
Me molesta que le diga eso al imbécil que está al lado del prometido de mi hermana.
Gabriel: No puede estar en guerra con una mafia que será aliada en pocos días —miro al hombre que es prometido de mi hermana, el mismo que reitero en muchas ocasiones que no quiere serlo— ¿verdad?
Esto lo pone literalmente entre la espada y la pared, la amenaza estaba en cada palabra dicha, sin casamiento hay guerra, pero el aun no conoce el alcance del plan que acabo de trazar, ni yo a decir verdad.
Alexa: Cómo si nos importara una puta guerra, nosotras fuimos y volvimos del infierno idiota, una guerra es juego de niños.
Ibrahim: Demonio dos, no compliques más las cosas.
Klara: Cagón.
No entiendo como estas mujeres pueden amenazar e insultar libremente a los boss de varias mafias y no tener consecuencias.
Tan pronto como ven detrás de nosotros una sonrisa se extiende en el rostro de las tres menores y las dos mayores miran con detenimiento a las cuatro personas que se acercan, dos de ellas mis padres.
Francesca: Jean y Marie Roux, tiempo sin noticias suyas.
Nina: El depósito por el trabajo nunca llegó a nuestras cuentas ¿Deberíamos pensar que no quieren pagarnos por nuestros servicios?
Mi madre palidece al ver el nombre de este grupo en la mesa y mi padre tensa su mandíbula.
Alexander: Señoritas es un placer por fin conocerlas.
Helena: El sentimiento es mutuo Alexander y Aiden Jones.
Toda esta conversación me deja claro dos cosas, que ellas saben quienes son todos aquí y todos nosotros no sabemos nada de ella y que mis padres las contrataron para un trabajo que no pagaron.
Marie: Ya no interrumpiremos su cena, vamos.
Nos vamos hacia nuestra mesa, pero mi mirada nunca abandona la de la exquisita mujer.
Gabriel: Paga sus servicio padre no querrás que vengan a cazarte.
Jean: Son unas niñatas.
Gabriel: Esas niñatas te amenazaron de muerte y cumplieron el trabajo que les encomendaste o no pedirían su pago, pagales.
Me importa poco si se enoja, si el no paga sus servicios eso será una carta que podrán usar en contra de mi plan y que me jodan si permito que eso suceda.
Marie: Mañana deberíamos ir a comprarte un vestido de novia hija, tu boda es en pocos días.
Ni siquiera han organizado nada porque Artemis le dijo firmemente que prefiere morir que casarse con ella y ella parece más encantada con...
Gabriel: Deja de mirarla.
Es mía.
Camille: Es hermosa.
Susurra solo para nosotros, mis padres la encerraron en donde se enteran que también le gustan las mujeres y estoy a punto de considerar hacer eso con la mirada hambrienta que le da a Helena.
Gabriel: Y no es tuya.
Nunca lo fue ni lo será.
Camille: Podría serlo si no se hubieran equivocado de hermano.
Esas palabras me hacen apretar los puños debajo de la mesa y mirar al súcubo pelirrojo, su mirada atraviesa la mía con tanta intensidad que mi pulso late frenético en mis oídos, sus ojos atraviesan la parte oscura y retorcida de mi alma como si pudiera saber cada puto secreto mío escondido allí.
Gabriel: Definitivamente se equivocaron de hermano.
Pero no solo por Artemis y su hermana, por ella y por mi, definitivamente debería ser yo quien esté comprometido con el súcubo.
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Atropa Belladona. 1°
Roman d'amourPrimer libro de la saga V5NOM. Cuando la vida arrebata tu luz en tan solo un momento solo queda acostumbrarse a la oscuridad que predomina, ¿y qué pasa cuando te gusta tanto esa oscuridad que resulta ser tu mejor aliada? Una misma desgracia, un mis...