6. Mezcla Mental

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Danae se movía con gracia por la cocina de las alcantarillas, decidida a preparar algo especial para los cuatro hermanos.

Mientras cortaba ingredientes y mezclaba sabores, se sumergía en la interpretación apasionada de "A esa", una canción de los hermanos Pimpinela, que resonaba en el aire subterráneo.

Sus ojos brillaban con la emoción del momento, pero su actuación se detuvo abruptamente al escuchar pasos acercándose. En un instante, apagó la música y abandonó su interpretación teatral.

Las cortinas de la cocina se abrieron, revelando a las cuatro Tortugas, quienes ingresaron con expresiones diversas. Sin embargo, Donatello destacaba con un evidente semblante de molestia.

-Y... ¿cómo les fue, chicos?- Preguntó Danae, tratando de ocultar su nerviosismo detrás de una sonrisa, apoyada con un codo en la mesada de la cocina.

-Pues...-. Comenzó Michelangelo, pero Donatello lo interrumpió con un "¡HORRIBLE!"

La confesión de Donatello dejó a Danae con los ojos abiertos y las mejillas ligeramente sonrojadas. La expectación llenó la cocina mientras esperaba una explicación.

- Es cierto...-. Dijo Leo algo triste- Rapha no pudo sacar la foto de la pizza paloma...

De repente, Donatello irrumpió en la escena con un enfado evidente. Golpeó la mesa con su puño, expresando su disgusto por el fracaso de la misión.

-¡¿No sacó la foto?! ¡No sacó la foto?! ¡Como ustedes estaban más atentos a una paloma con pizza, una pieza tecnológica nivel militar permanece en las manos de...

-¿Un club escolar de tecnología?-. Interrumpió Leonardo, añadiendo un toque juguetón a pesar de la gravedad del momento.

-¡EXACTO!-. Exclamó Donatello, sin encontrar la menor gracia en la situación.

-Pues tu miedo a las pelotas de playa tampoco ayudó. Tal vez simplemente no pensábamos lo mismo-. Respondió Leo, desencadenando una nueva ola de irritación por parte de Donatello.

Danae sintió la tensión en el aire y estaba a punto de intervenir para calmar los ánimos, pero Donatello la interrumpió antes de que pudiera decir algo.

-No pensábamos en lo mismo, ¿Eh?-. Dijo Donnie acercándose a Leo, casi explotando de la rabia, a la vez que agitaba la silla en dónde Leo estaba sentado-. Pues yo creo que el problema es que mientras yo estoy pensando en planes brillantes, ¡ustedes solo están jugando como unos bobos!- la tortuga de bandana violeta agarró una caja de crayolas que estaba en la mesa y las lanzó, esparciendo todos los lápices en la mesa.

-Por que eso son. Unos bobos...y tontos! Tontos bobos!-. Espeto por último, yéndose de ahí.

Danae se quedó mirando la puerta de la cocina donde Donatello se retiró con evidente enojo. La tensión en el aire no se disipaba fácilmente.

-No le hagas caso, Danae-. La voz de Leonardo interrumpió sus pensamientos- Dee siempre es así.

Danae parpadeó y se volvió hacia Leonardo, quien estaba de pie a su lado.

-¿Qué hicieron para que esté así?-. Preguntó Danae, curiosa por la dinámica entre los hermanos.

-Oh, no importa-. Respondió Leo, tratando de restarle importancia a la situación-. Y algo más... ¿estás cocinando galletas?-. Comentó, al notar el dulce aroma que impregnaba la cocina.

Danae sintió cómo el rubor coloreaba sus mejillas.

-¡Oh, sí!-. Dijo emocionada. Agarró un pañuelo y sacó las galletas del horno-¿Quieren?-. Ofreció, extendiendo la bandeja hacia Leonardo.

Trazando Acordes Del Corazón (Rise!Leo x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora