Trazando Acordes Del Corazón (Rise!Leo x Reader)

29. Soportando a una tortuga de orejas rojas

Vamos al grano.

Leo se encontraba caminando entre la multitud con su camuflaje de humano, experimentaba una extraña sensación al estar al aire libre. Era un terreno desconocido para él, acostumbrado a las alcantarillas y las sombras. Sin embargo, gracias al broche de Sunita, se desplazaba entre la gente como un ciudadano más, sintiendo la brisa en su rostro de manera inusual.

En ese momento, se esforzó por recordar las palabras de Danae, y la idea de dirigirse al "Brooklyn Chocolate, Wine & Whiskey Festival" tomó forma en su mente. Mientras se acercaba al evento, el bullicio y la animación aumentaban a medida que se adentraba en un mundo de delicias.

El festival era un estallido de colores y sabores, con puestos decorados con chocolates artesanales, barriles de vino y mesas que exhibían una variedad de whiskies. La fragancia tentadora del chocolate se mezclaba con la rica esencia del vino y el whisky, creando una atmósfera embriagadora.

La gente disfrutaba de degustaciones, catas y maridajes, sumergiéndose en la indulgencia de los placeres culinarios. Leo, aún adaptándose a la experiencia humana, observaba curioso los diferentes sabores y texturas que el festival ofrecía.

Los puestos ofrecían desde trufas de chocolate hasta degustaciones de los mejores vinos y whiskies de la región. La música en vivo añadía una capa adicional de atmósfera festiva, mientras la gente reía y disfrutaba de la noche.

Leo deambulaba por el festival durante un buen rato hasta que un grito emocionado lo hizo girar la cabeza en todas direcciones, y finalmente, la encontró.

Danae estaba rodeada de un pequeño grupo de amigos en un puesto de chocolates. En su mano sostenía una vara de trufas de chocolate, y en la otra, un vaso que parecía contener vino. A su lado, estaba William, quien la miraba con una sonrisa y le golpeó el hombro con dulzura.

A pesar del camuflaje humano, una sombra de celos oscureció los ojos de Leo. Observó cómo William interactuaba con Danae, compartiendo risas y gestos amigables. El sonido de sus risas se mezclaba con la música festiva, creando una melodía que resonaba en el corazón de Leo.

Cautivado por la escena, Leo sintió un nudo en el estómago. Aunque sabía que sus sentimientos eran irracionales, no pudo evitar experimentar una punzada de celos al ver a Danae disfrutando de la compañía de William. Cada risa compartida y gesto amistoso se clavaban como espinas en su corazón.

Trató de recordarse a sí mismo que confiaba en Danae, pero los celos persistían, creando una tensión invisible en su pecho. Leo, lidiando con emociones humanas que aún le resultaban desconocidas, se esforzó por mantener una apariencia tranquila mientras continuaba observando desde la distancia, tratando de ocultar la tormenta de sentimientos que se agitaba dentro de él.

William tomó la mano de Danae con delicadeza, provocando un ligero estremecimiento en Leo al presenciar el gesto.

- Creo que es momento de irnos a otro puesto, ¿no creen? - propuso William, dirigiendo su mirada primero a Danae y luego al resto de amigos. Todos asintieron y comenzaron a caminar.

Leo, desde su posición a la distancia, imitó el gesto. Decidió seguirlos, intentando ocultar la mezcla de incomodidad y celos que revoloteaba en su interior. Siguió a la pequeña comitiva, tratando de mantenerse lo más invisible posible mientras continuaba observando la interacción entre Danae y William, sintiendo cada paso como una pizca más en su corazón.

Después de caminar un rato, llegaron a otro puesto de chocolates. Danae tomó una caja, la pagó y luego la abrió, tomando uno y llevándolo a su boca.

Al masticar, notó el sabor a licor y frunció el ceño haciendo una mueca de sorpresa.

William se rió ante su reacción.