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-¡Esta vez sí te pasaste, Leo! ¿¡Qué pasa contigo!?-. Preguntó Abril, indignada por el comentario que la tortuga había hecho a su amiga.

-No quise decirlo de ese modo, lo juro-. Se apresuró a decir Leo, intentando excusarse de las palabras que había soltado en el teatro hace algunos momentos atrás.

Abril suspiró con pesadez, cerró los ojos antes de mirarlo nuevamente. La tensión se palpaba en el aire, y la preocupación cruzaba la mirada de Leo.

-Bueno, lo que pasó, pasó. Igualmente, le debes una disculpa-. Afirmó Abril con serenidad, señalando la importancia de rectificar.

Leo asintió con seriedad, reconociendo la necesidad de enmendar su error.

La tortuga de bandana azul se adentró detrás del escenario junto a Abril, decidido a disculparse con Danae por sus palabras malinterpretadas. Encontraron a Danae en medio de la frustración, guardando sus pertenencias con un aire de descontento.

-Ah... Danae, ¿podemos hablar?-. Dijo Leo, colocándose a su lado en una mesa que sostenía el bolso de la joven- Lo que dije... no era en serio... era una... una broma.

Era una excusa velada, una mentira para evitar admitir que sus palabras surgieron de los nervios y no de intenciones maliciosas. Danae ni siquiera lo miró, cerró la cremallera de su bolso con rapidez y fuerza, lo colocó en su hombro y se alejó sin decir una palabra, sin antes, golpear su hombro con el de Leo en señal de que enserio la había cagado. Después de eso, dejó a Abril y a Leo solos en el silencio incómodo.

Abril miró a Leo con reproche, reflejando su desaprobación por la situación creada.

-Leo, deberías aprender a pensar antes de hablar. Puede que tus bromas no siempre sean bien recibidas.

Leo asintió con pesar, reconociendo el peso de sus palabras mal elegidas.

-Lo sé, Abril. ¡Soy un gran tonto!-. Dijo Leo estirándose el rostro con impotencia- Me equivoqué, y ahora necesito arreglarlo.

- Y hazlo pronto. Danae no es una chica que se toma bien las cosas dirigidas a ella. Además, si no hablas con ella, perderás su amistad para siempre- Abril puso una mano en el hombro de Leonardo y lo miró a los ojos-. Y creeme. Es mejor tener a Danae como amiga y no como enemiga.

Leo tragó duro ante las palabras de Abril. Sabía que debía disculparse con Danae, aunque la simple idea de ofrecer una disculpa sin hacer algún chiste le resultaba extraña. Nunca antes se había visto en la necesidad de disculparse con sus hermanos, pero esta vez la situación era diferente.

Al llegar a la guarida secreta de las alcantarillas, se dirigió directamente a su hermano menor, Mikey, en busca de consejo. La peculiaridad era que buscaba orientación bajo la identidad del "Doctor Feelings", el consejero de problemas emocionales, con su sillón y plastón característicos.

-Así que... ¿problemas con Danae?-. Preguntó el "Doctor Feelings", tomando asiento y apoyándose en el respaldo del sillón.

Leo suspiró, sintiendo una leve incomodidad.

-Eh... sí, un poco-. Respondió, con una mano detrás de su cuello.

El "Doctor Feelings" se inclinó hacia adelante, listo para ofrecer su sabiduría en asuntos emocionales.

-Bueno, hermano, lo único que te puedo aconsejar es que la dejes hasta que se le pase el enojo, o no sé, tal vez le puedas contar un chiste para romper el hielo, ¿qué opinas?

Ok, cero profesionalismo.

Leo, ante la sugerencia dudosa de su hermano, no pudo evitar esbozar una sonrisa irónica.

Trazando Acordes Del Corazón (Rise!Leo x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora