12. Día nevado

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En Nueva York, las primeras nevadas de la temporada cubrían la ciudad con un manto blanco, transformando los paisajes urbanos en escenas invernales. En ese ambiente, las tortugas, Abril y Danae se encontraban en el parque, sumidos en la tarea de construir un muñeco de nieve inspirado en Júpiter Jim.

A medida que la nieve caía suavemente, las risas y los murmullos de la gente que disfrutaba del frío se mezclaban con la sinfonía de suaves copos aterrizando en los edificios y calles.

Mientras trabajaban en su creación, decidieron entonar un animado musical. Danae, con su experiencia en actuación y amor por los musicales, lideró la melodía con entusiasmo, expresando su alegría por la nieve y el invierno.

Al concluir su interpretación, celebraron con júbilo, admirando el muñeco de nieve de Júpiter Jim que ahora ocupaba su lugar en el parque.

- Buen trabajo, Familia-. Dijo Leo, admirando su creación con una risita orgullosa. El, al notar que su hermano gemelo, Donatello estaba a su lado, habló -. Oh, por cierto, Donnie. Desafinaste.

- Pues, si no estuviera tan feliz por nuestra queridísima copia de Júpiter Jim, probablemente diría algo como...Mira eso, Tonto!-. Respondió de mala gana, empujando a Leo hacia la nieve.

-¡Auch!

Danae, viendo eso, se rió fuerte con una carcajada, para después retenerla e ir ayudar a la tortuga.

- ¡Pff! ¿Estás bien?-. Dijo tendiendole una manos-. Parece que Donnie si te pegó duro.

Leo carcajeo y la miró con una sonrisa traviesa. Él, agarró su mano y la jaló hacia la nieve también. Hubo un momento de silenció entre ambos que se mantuvieron mirándose mutuamente, pero después empezaron a reirse.

- Oye, hablando de lo que hicimos ahora todos...Tenías bien guardadito ese talento, Danae. No tenía ni idea de que podías cantar-. Comentó Leo, rompiendo el silencio y observando la expresión de Danae.

Danae rió con suavidad, las mejillas levemente coloreadas por el halago.

- Oh, no es para tanto. Me gusta hacer esto. Es mi primer invierno tan... dinámico - dijo, observando cómo sus compañeros disfrutaban del momento invernal, creando recuerdos en medio de la nieve que adornaba la ciudad.

Leo se puso de pie de la nueve, ayudando de paso a que ella también lo hiciera.
La miró por unos segundos y volvió a sonreír. Él se hacerca a Danae y pone una mano en su hombro.

-Si hubiera sabido que cantabas así... hubiera hecho que durará más tu parte en la canción, Princesa -. Susurró a su oído con una voz coqueta, para después retirarse hacia donde estaban sus hermanos.

Las palabras de Leo resonaron en los oídos de Danae como dulces notas que se deslizaban suavemente. El "Princesa" que pronunció con tono coqueto se aferró a su mente, creando una melodía única. Su corazón, por un momento, pareció latir al ritmo de esa melodía, como si hubiera desencadenado una sutil armonía en el frío invierno.

La nieve que rodeaba el parque adquirió un brillo especial mientras Danae intentaba procesar lo sucedido. Miró a Leo retirarse hacia sus hermanos, y quedó sumida en un estado de asombro y confusión.

Las risas de los demás resonaban a su alrededor, pero ella se sentía encapsulada en un momento único. La sorpresa y la timidez se reflejaban en sus ojos, mientras su rostro permanecía encendido por el repentino apodo.

- ¿Princesa? - susurró para sí misma, como si probara la palabra en su boca. Nunca se había considerado digna de un título tan noble, y mucho menos esperaba escucharlo de los labios de Leo.

Trazando Acordes Del Corazón (Rise!Leo x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora