Capítulo L: Raziel vs Nostradamus

26 2 15
                                    

"Del gran profeta las cartas serán hurtadas. Y entre las manos del tirano caerán..."

—Las Profecías de Nostradamus, Centuria II: cuarteta XXXVI.

[Lado Norte del Reino de Corazones].

En todas partes resonaba el ruido de choques entre espadas y lanzas, cerámicas rompiéndose y otras cosas siendo destruidas como daño colateral. En todas partes los caballeros todavía luchaban y destruían soldados de terracota que seguían viniendo sin fin aparente.

Pero en el área de los comercios estaba comenzando una confrontación; la lucha entre el licántropo alemán Miguel Wolf contra el emperador chino Qin Shi Huang. Y fue un comienzo bastante humillante para Qin Shi Huang.

Dentro de los límites del Reino de Corazones había caído una artificial noche invernal, semejante a las que se ven en las regiones de Alemania, Polonia y Rusia. Por eso Miguel pudo adoptar su forma hombre-lobo, ahora con su armadura reparada. Raziel y Nayeli también decidieron aprovechar la noche, pasando a transformarse en bestias.

Raziel adoptó su forma hombre-leopardo, con su ropa también como nueva. Y Nayeli mostró su forma de mujer-cierva.

En su verdadera forma, Nayeli sólo medía unos pocos centímetros más que en su forma humanizada. Seguía manteniendo un cuerpo femenino delgado, atlético y esbelto con senos de buen tamaño, pero sus pies y la parte inferior de sus piernas fueron alterados hasta parecer patas traseras de ciervo. También le creció una pequeña cola de ciervo, y su cabeza era de dicho animal, aunque con rasgos suaves y femeninos, incluyendo el largo cabello adornado con una trenza. Tenía el pelaje de un hermoso color café, con blanco como secundario, y sus ojos eran de color verde.

Como ropa llevaba una franela amarilla con escote y sin mangas, debajo de una chaqueta desabotonada de color blanco con cuadros rojos, junto con falda corta que hacía juego con su camisa y estaba sujetada con una correa, en la que colgaban navajas de piedra. Tenía brazales de tela gruesa, y el cabello sujetado en una larga trenza.

Lo más destacado fue que llevaba en la espalda un carcaj de flechas, junto con un arma de fuego larga similar a un fusil Winchester Modelo 1876. El extraño fusil estaba hecho de color blanco, con un diseño que carecía del distintivo casquillo, y con un cañón más reforzado. La culata lucía más delgada en los bordes, como si fuera un hacha sin hoja. Y además, en los lados superior e inferior del cañón, tenía una línea azul brillante que terminaba en donde se suponía se introducía las balas.

—¿Qué acaso no llevabas un arco? —preguntó Miguel sorprendido de ver el tipo de arma que traía la mujer-cierva lakota.

—Ustedes supusieron que yo llevaba un arco "normal". Pero en la Sede Norteamérica de San Bestia podemos personalizar nuestras armas —explicó Nayeli sonriendo con orgullo.

—¿Aún están seguros de enfrentar solo ustedes dos a Qin Shi Huang? —le pregunto Raziel, bastante preocupado, a Miguel y Raven.

—Estaremos bien —contestó Miguel con una actitud calmada, sin sonar arrogante—. Aunque él sea un maestro cultivador de Chi, tiene demasiadas desventajas contra mí en lo que respecta las demás capacidades. Eso quedó demostrado en el inicio de nuestra confrontación.

Raziel hizo un pequeño análisis mental, y comprendió casi de inmediato lo que quería decir Miguel con lo de las desventajas, repasando los siguientes datos.

Las Bestias de Dios I: el Despertar de DráculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora