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La clase de arte había terminado, Kat guardaba sus materiales mientras hablaba con Sam sobre sus dibujos luego se despidieron y Kat volvió con sus amigos.

-Mira lo que hice.-le dijo Jace mostrándole su dibujo.-Me costo mucho.

Kat tomo la hoja observando el rostro un poco deforme, le sonrió a su amigo.

-Estas mejorando.-le dijo, bien, no era cierto pero Jace se mostraba muy contento.

-¿En serio?-preguntó su amigo ilusionado.

-Si, Jace.-le contestó Lynn en un tono sarcástico.

Jace noto eso, pero le resto importancia y guardo su dibujo con emoción mientras Kat miraba con odio a Lynn. Caminaron hacia la cafetería, completamente hambrientos.

-Muero de hambre.-se quejo Jace sobando su estómago.

-Yo igual.-dijeron ambas chicas de acuerdo.

Luego de que les sirvieran el almuerzo se sentaron en una mesa alejada, excepto Lynn, ella camino a la mesa de deportistas, sus compañeras de equipo y amigas estaban ahí.
Kat no le dio importancia, era algo de siempre y realmente agradecía no tener que compartir el tiempo de almuerzo con ella.

Jace y Emma se sentaron a un lado de Kat y comenzaron a comer en silencio, cosa que la mesa de deportistas no hacía, el bullicio de aquella mesa llenaba el comedor.

-¿Tanto escándalo tiene que provocar?-preguntó con fastidio, Kat era de las personas que odiaba los ruidos fuertes.-Si tanto moría de hambre debería comer y cerrar esa escandalosa bocota que tiene.

Emma y Jace se miraron entre si intentando no reírse, fallando en ello.

-¿Qué?¿Por qué se ríen?

-Kat es en serio, no puede ser que odies todo lo que se relacione con ella.-respondió su amiga.

-Si, si puedo. Además no es porque sea Lynn, es porque odio los sonidos fuertes y su risa no es la más calmada que digamos, solo quiero paz.-contestó la pelirroja fastidiada.

-Pero puedes oír música al punto de reventar tus tímpanos.

-Si, pero es distinto.-excusó la pelirroja.-Me gusta reventar mis oídos escuchando My chemical romance o Lana del Rey, no con la escandalosa risa de Lynn Loud.

Jace y Emma rieron, Kat siguió comiendo ignorando a la mesa de al lado, especialmente a una persona en ella.



































La clase de educación física era la última clase y la que más odiaba Kat. Ella y Emma siempre eran excluidas en aquella materia, sus compañeros estaban enfocados en competir entre ellos y ellas se quedaban a un lado con otros compañeros más. Además de eso, Kat siempre recibía algún balonazo en el rostro pero pensaba en que al menos esa era la última clase del día.

-¡Quiero que den 10 vueltas al rededor de la cancha!-les ordenó el entrenador y luego sono su silbato.

La pelirroja comenzó a correr a la par de su amiga mientras veían a algunos compañeros empujarse a medida que corrían, incluida Lynn Loud.

-Pagaría miles porque Lynn se caiga y se de contra el suelo.-sonrío Kat con malicia.

Y por aquello la que casi se cae fue ella, por suerte su amiga la había atrapado antes de que eso sucediera, Lynn que pasaba a su lado se rió en su cara.

-Lástima que Emma te atrapó antes de caer zanahoria.-le burló Lynn para luego seguir corriendo.

Kat arrugó si frente con enojo. Odiaba que Lynn la llamara de aquella forma.

-¿Ves? Por eso no debes desearle mal a los demás.-le dijo Emma.

-Eso fue coincidencia nada más.

Luego de aquellas 10 vueltas completamente agotadoras Kat y Emma fueron a sentarse al suelo a un costado mientras los demás discutían porque deporte podrían jugar.

-Anderson, Montez.-les llamo el entrenador, a su lado Lynn sonreía inocente.-Jugaran quemados, vengan para aquí.

Ambas se levantaron de mala gana y caminaron hacia el entrenador. Hicieron equipos separados, obviamente Lynn y Kat eran rivales, tanto en deporte como fuera de el.

-Ya saben cuál es la única regla: al rostro no.-les recordó el entrenador.

El silbato sonó y todos habían comenzado a tirarse los balones, Kat esquivaba los tiros de Lynn que apuntaban a su rostro, lo único que Kat debía hacer era aguardar detrás de alguien hasta que la quemasen, intentar eliminar a Lynn Loud era cosa casi imposible debido a que la chica era demasiado ágil.

-¡Dijo que a la cara no!-le grito Kat lanzando un balón pero siendo esquivado por la castaña.

-Yo no sigo órdenes, yo soy la capitana aquí.

Ay, la capitana, pensó Kat con fastidio.

Rodó los ojos, claro que Lynn Loud siempre creía ser dueña y comandante de todo.

Los minutos pasaron y no quedaban muchos, Emma ya había sido eliminada, era una de las últimas pero por distraerse un solo segundo fue eliminada. Lynn y Kat se miraban desafiantes, ninguna quería perder ante la otra sabiendo que la otra se burlaría de ella.

Kat lanzó un balón hacia la chica pero está lo atrapó con las manos y se lo devolvió casi pegándole. Kat sonrió con burla al ver el rostro enojado de Lynn.
Pasaron unos minutos y cada una solo se enfocaba eliminar a la otra siendo ellas las últimas en quedar. Ambas agarraron con fuerza el balón mientras apuntaban a la otra, sus compañeros las miraban esperando ganar, además era divertido para ellos ver cómo ambas peleaban. Lanzaron el balón una a la otra quemándose al mismo tiempo, el sonido del silbato finalizó el juego.

-¡Te gane!-dijeron ambas.

-No, yo gane zanahoria.-le dijo la castaña desafiante.

-¿Te pegaste en la cabeza? Yo gane.-le contesto la pelirroja igual de desafiante que ella.

-Okey, basta.-les detuvo el entrenador.-Fue un empate.

-¿Empate?-dijeron ambas disgustadas.

Lynn no conocía aquello de empate, para ella solo había una opción: ganar.
Y Kat solo quería disfrutar de ganarle en algo a Lynn.

-Si, empate.-les respondió el entrenador dando su sentencia. Suspiraron rendidas.-Ahora muevan su trasero fuera del gimnasio y vayan a casa.

Las dos se miraron rendidas,ya no podían hacer nada. Se dieron vuelta y caminaron en dirección opuesta.

-Señor, dame paciencia con estas dos.-suspiró el entrenador cuando vio a amabas salir a los empujones.

𝐌𝐘 𝐄𝐍𝐄𝐌𝐘, lynn loud jrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora