Kat y Emma observaban desde la banca como sus compañeros jugaban basquetball, el profesor se había apiadado de ellas y dejo que se quedarán a un lado de la cancha. Lynn y Jace habían echo equipos para jugar.
—Mirala, se enloquece por un estupido deporte.—suspiró la pelirroja mirando a la castaña.
Lynn estaba enojada y retando a su compañera por haber fallado en el tiro final mientras que Jace le pedía que se calmara y le obligó a pedir disculpas a su compañera, era un simple juego nada más pero para Lynn obviamente no lo era, todo se trataba de competencia para ella.
—Casi lo olvido, ¿que les dijo la directora ayer?
—Bueno...a partir de hoy comenzaremos a limpiar los salones en el horario del almuerzo, tuve suerte de que Lynn dijera la verdad sobre como comenzó la pelea y mi mamá no está tan enojada conmigo.
—¿Lynn dijo qué?
Emma la miraba incrédula, Lynn no era mentirosa pero no pensaba que fuera a admitir la verdad solo para salvarla a Kat.
—Si, dijo la verdad, ella misma aclaro que no lo hacía para salvarme.—contestó la pelirroja apartando su vista por un segundo de la castaña.
No iba a mentir, por un pequeñito pero muy pequeñito segundo pensó que Lynn si la estaba salvando pero sabía que no era asi, aún así agradecía que haya admitido la verdad.
El silbato del entrenador sonó dando inicio el partido nuevamente, Lynn y Jace hacían buen equipo la diferencia era su forma de mandar, Lynn era mucho más ruda y exigente a la hora de jugar y Jace alentaba a sus jugadores sin ser rudo, siempre amable y sin tanta exigencia, porque para él solo era un juego entre compañeros.
—¿Nunca pensaste en llevarte bien con ella?
—No.—negó la pelirroja rápidamente.—Simplemente hay cosas que no pueden cambiarse, ella me odia y yo la odio, eso no va a cambiar.
—Por favor, tanto odio por una primera impresión.—suspiro la rubia.—No creo que la conozcas bien para odiarla.
—No quiero conocerla más de lo que ya hago.—aclaro.—Y en todo caso, no necesito razones para que no me agrade, solo no me agrada y ya.
—Que cliché, así comenzaron los protagonistas de mi libro favorito.
—Pero está es la vida real, no es un libro enemies to lovers Emms.
—Sh, no me arruines la trama.
Kat negó mientras volvía su vista a su amigo y a Lynn.
Emma mordió su lengua para no reírse, aunque la pelirroja jurará detestar a muerte a la deportista, ahí estaba mirándola jugar inconcientemente.El timbre sonó y todos comenzaron a salir en dirección a la cafetería, excepto Lynn y Kat que fueron detenidas por el entrenador.
—Tengan, espero encontrar esto limpio cuando venga de mí descanso.—dijo el hombre entregándoles un trapeador a cada una.
Ambas se miraron y soltaron suspiro comenzando a trapear el piso en silencio. No habían hablado desde el día anterior con el asunto de la pelea con pintura.
Habían pasado largos minutos hasta que pudieron terminar, el almuerzo ya casi estaba por terminar y Kat maldecía internamente porque moría de hambre.
Dejaron los trapeadores dentro del armario, Lynn tomo un balón de ahí y comenzó a jugar mientras Kat se dirigió a las gradas esperando a que el tiempo pasara rápido para poder salir de ahí, ciertamente le incomodaban estar cerca de Lynn.Su celular sonó interrumpiendo el silencio sepulcral del lugar.
—¿Hola?
—Mira por la puerta.
La pelirroja miro a la puerta del gimnasio confundida. Ahí estaba Sam con su bandeja y comida en sus manos. La chica bajo las gradas con prisa hacia su amigo.
—¿Sabes que te quiero muchísimo, verdad?
—Solo dices eso cuando tengo comida, pero si.
Lynn cambio su expresión al verlos, le molestaba que alguien interrumpiera su práctica, suficiente tenía con la molesta "zanahoria".
Sam ignoro la mirada asesina que le daba Lynn desde leguas y comenzó a subir las gradas junto con Kat para poder almorzar.
—Gracias en serio Sammy, ¿Pero a tus amigos no les molesta que estés aquí?
—Kit-Kat, yo no tengo amigos más que tu.—le contesto el chico comenzando a comer junto a ella.
Kat lo miro confundida, él era un chico bastante sociable, amable y atento, ¿como podría no tener amigos?
—Ya se, si hablo con muchos compañeros pero ninguno es lo suficiente cercano para llamarle amigo.
—Bueno, es una lástima porque ellos se pierden de un gran amigo.
—Dices eso porque te traje comida.
—Bueno si, pero mira, me has traído comida y estás a mi lado haciéndome compañía aunque esté en problemas básicamente.
Sam le sonrió dándole un corto abrazo, demasiado corto debido a la mirada que sentía sobre el.
—Okey, no me animaba a preguntarte esto antes pero ahora que estamos en confianza...—comenzo a hablar el chico con cierta timidez.—Jace, ¿él sale con alguien?
Kat abrió sus ojos sorprendida al igual que su boca, Sam bajo su mirada al suelo arrepintiendose de su pregunta por un momento.
—No sale con nadie.—respondió la pelirroja después de unos segundos.—Vaya manera de enterarme que te gusta mi amigo.
—Si, lo sé...
—Tranquilo, no sale con nadie, creo que podrías intent-.
Kat no pudo terminar la frase debido al impacto de un balón sobre su cara. Sam rápidamente se levantó dejando la bandeja a un lado.
—¡Kat, santo Dios!
—Voy a matarla.—murmuró la pelirroja luego de asegurarse que su nariz no sangrara.
—¡Kat, no!
Se levantó del lugar comenzando a caminar hacia Lynn que le miraba con burla, con el balón en su mano y más cerca de ella le devolvió el golpe con la misma fuerza. Y así volviendo a pelear mientras se perseguían con la intención de golpearse.
—Bueno, esto es más entretenido de lo que creí.—dijo Sam volviendo a comer mientras las observaba.
—¡Voy a matarte Lynn Loud!
—Uy que miedo, zanahoria.
ESTÁS LEYENDO
𝐌𝐘 𝐄𝐍𝐄𝐌𝐘, lynn loud jr
FanficKat y Lynn nunca se han llevado bien, eso jamás ha secreto para nadie. Desde el primer momento en el que se vieron decidieron odiarse solo por juzgarse antes de tiempo, quizás todo ese odio que sentían ambas poco a poco podría convertirse en cariño...