Capítulo 17

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Capítulo 17

Heriberto le sonrió, le estaba hablando en serio...

H: ¿toda la vida??

V: sí... El tiempo que estemos vivos... Y quiero que tú también me des una oportunidad...

H: tú no necesitas oportunidad de nada, Victoria... Te amo... Estoy locamente enamorado de ti...

V: quiero la oportunidad para ser la mujer que tú deseas...

H: ya lo eres...

V: la que tú te mereces...

H: ya lo eres...

V: ya me conquistaste... No sé exactamente en qué momento, pero me enamoré de ti...

H: Victoria...

V: he sido una tonta, Heriberto...

H: no, mi amor... Claro que no...

V: después de que me engañaran, se me hizo imposible creer que un hombre como tú se hubiera enamorado de mí... Aún se me hace increíble...

H: no es para nada descabellado... Eres una mujer maravillosa... Y yo no puedo sentirme más orgulloso de que seas mi esposa...

V: tú eres único... Y te amo... Ya no tengo ninguna duda de lo que siento por ti...

Los labios de Victoria cubrieron los de Heriberto... Pero no deseaba un solo roce de labios, tampoco él... Deseaban más, necesitaban más...

Abrieron la boca y los besos empezaron a sonar... Se mordisquearon... Se saborearon...

H: Victoria... Quiero que seas mi mujer... En todos los aspectos de tu vida...

La petición era clara... Ir un paso más allá... Consumar el matrimonio, pero más importante aún que fundir sus cuerpos... Era unir sus almas... Crear ese lazo que los uniría para siempre...

V: yo también quiero ser tu mujer... Y que tú seas mi hombre... El único de mi vida...

Ahora él la besó, que ambos estuvieran de acuerdo era lo mejor que les podía estar pasando...

H: deseo que ésta sea la mejor noche de tu vida...

V: será contigo... Por supuesto que será la mejor...

>>>

Un rato después tocaron a la puerta del estudio del doctor, pero no se escuchaba ruido... ¿estarían bien...?

Ro: señora... Doctor... La cena está lista...

Nadie contestó...

Ro: doctor... Seño Victoria...

To: ¿qué pasa Rosa...?

Ro: la señora y el doctor no están...

To: quizás salieron... O están cansados y se acostaron...

Ro: no... La señora Victoria siempre me avisa...

To: ¿crees que pasó algo...?

Ro: tal vez... A los papás de la señora... O los del doctor...

To: el auto del doctor no está, eso quiere decir que salieron...

Pero, ¿a dónde...?

Ro: estoy con pendiente... ¿y si hablamos a casa de Los Saltos...?

To: claro que no, el doctor y la señora son adultos... Saben lo que hacen...

>>

En lo menos que Heriberto y Victoria estaban pensando era en sus padres, menos en la cena...

POR CONQUISTARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora