Capítulo 41

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Capítulo 41

El tono de Leonela fue hostil y la verdad fue que sorprendió mucho a Victoria. Era una coincidencia, pero a la vez no, porque vivían en una ciudad relativamente pequeña...

Los niños, por su parte, no entendían nada.

V: por favor, Leonela. Los niños no merecen presenciar esto.

Ajeno a la tensión entre las 2 mujeres, Mateo se paró frente a la mamá de su nuevo amigo.

Y Leonela vio a una miniatura de su gran amor dirigiéndose hacia ella.

Ma: señora, ¿puede Max venir a jugar a nuestra casa?

Ca: sí, por favor mami... Habla con la mamá de Max...

V: hoy no vamos directamente a casa, niños... Vamos a visitar a los abuelos, pero quizás otro día...

Ma: ¿papá va a venir con nosotros?

V: papá nos espera en el auto con Pau que se durmió...

Ca: ¿entonces puede ser mañana?

V: mañana es sábado...

Ma: ¿la próxima semana...?

V: ya veremos, ahora tenemos que irnos...

Los gemelos se despidieron de su amiguito dándole un abrazo, demostrando lo nobles e inocentes que eran, a diferencia de los adultos...

Apenas se subieron los niños al coche y la bebé se despertó, no era para menos con la euforia de sus hermanos al ver a su papá.

H: qué felices vienen hoy... (En el asiento de piloto y recibiendo gustoso los besos de sus hijos)

Ma: es que ya es viernes, pa...

Ca: y vamos a comer con los abuelos...

H: ¿cómo les fue...?

Ma: bien... Queríamos que Max viniera a jugar a nuestra casa, pero mamá dijo que otro día...

Heriberto vio a su mujer seria y callada. Y aprovechó que los niños hablaban con la bebé para preguntarle qué tenía.

H: ¿qué pasó, mi amor...?

V: ¿sabes quién es la mamá de Max...?

H: no... No sé... Es más, aún no conozco al niño...

V: es hijo de Leonela...

H: ¿qué...?

V: me la acabo de encontrar...

Él le tomó una mano a Victoria y la tenía fría.

H: cálmate... No va a pasar nada...

V: no quiero a los niños en medio de esto...

H: ya pensaremos en qué hacer... Ahora tranquilízate, por favor... Vamos a visitar a tus papás y no me gustaría que te vean así... Pueden decir que no te hago feliz...

Victoria sonrió, él sabía cómo cambiarle el ánimo...

V: ellos saben que soy inmensamente feliz a tu lado...

Lo vio llevarse su mano a los labios y besársela...

Ca: mami, ¿por qué la mamá de Max estaba enojada...?

V: a lo mejor tenía un problema en el trabajo...

Ca: aaaah...

Heriberto miró a su esposa y simplemente le sonrió, estuvo de acuerdo con la respuesta que le había dado a la niña. Los pequeños no tenían nada que ver en los problemas de los adultos...

POR CONQUISTARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora