Capítulo 26
Para un hombre al que le gustaban las mujeres, esa imagen era la tentación en persona...
La mayoría hubiera aprovechado la oportunidad, a la final nadie tenía por qué enterarse... Y sería algo físico, superficial... Nada que ver con el corazón...
El doctor Ríos Bernal no era un santo, tenía muchos defectos y debilidades...
Pero como no quería ponerse a prueba ni mucho menos, agarró sus llaves y se fue. Sin hacer caso a ninguna de las palabras provocadoras, que le recordaban el pasado que habían tenido...
Leonela sabía seducir a un hombre, y que Heriberto la rechazara fue una terrible humillación...
Lo que ella no sabía era que el amor podía salvar a las personas de muchas cosas, entre ellas las tentaciones...
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Victoria regresó al día siguiente y para la hora de la comida ya se encontraba con Heriberto en la sala su casa.
Él había pasado a comprarle un ramo de rosas, las más bonitas que encontró...
Y ahora se abrazaban y besaban como 2 enamorados que se reencontraban tiempo después...
Ella estaba tan emocionada, por verlo y porque había conseguido el material que necesitaba para ponerse manos a la obra...
V: si todo sale bien, en un mes podré hacer mi primer desfile y darme a conocer...
H: así será, mi amor... Ya lo vas a ver...
V: sí... ¿a ti cómo te fue...?
H: Vamos a mi estudio, necesito hablar contigo...
Victoria se extrañó... Lucía serio... Aún así, le tomó la mano que le ofreció y fueron hasta el despacho... Dejando sus rosas en la mesita de centro.
V: ¿qué tienes...?
H: anoche que no estuviste, pasó algo...
A Victoria se le vino el mundo abajo, eran las mismas palabras que hace unos meses había escuchado de su ex...
Así había empezado su sufrimiento... Y era lo más normal que lo recordara...
Se puso en pie intentando contener sus emociones, pero era imposible.
V: no puedo creer que tú... Fuiste capaz de...
H: espera, mi amor... Escúchame...
V: ¿qué quieres que escuche?? ¿Lo que pasó anoche?? Te apuesto a que fue con Leonela, ¿o no??
Ella estaba enfurecida, no había otra palabra para describirla en ese momento. Su voz, su expresión, todo la evidenciaba...
H: sí, pero no es lo que tú estás pensando.
V: ¿y qué fue entonces?? Me prometiste...
H: por favor, déjame hablar.
Heriberto tuvo que alzar la voz y ejercer cierto tipo de autoridad o todo se iba a convertir en un malentendido.
Y Victoria se calló, porque nunca le había hablado así a ella. Con ese vozarrón que tenía intimidaba a cualquiera... Y sin llegar a gritar...
H: sí, te prometí que jamás te engañaría y no lo he hecho. Leonela llegó anoche a mi consultorio y se desvistió frente a mí... Me fui... Pero tú crees que yo soy igual a Osvaldo... Y nunca te he dado ni un indicio de ello... ¿cómo puedes dudar de mí...?
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POR CONQUISTARTE
FanficEnamorada y a punto de casarse, la hermosa Victoria no imagina que conocerá a un hombre dispuesto a todo por conquistarla... El apuesto doctor Ríos Bernal... ¿Qué será capaz de hacer para lograrlo...?