Una reconocida arquitecta estadounidense inicia una nueva etapa de su vida como colaboradora en la empresa de diseño y construcción B&B. Una prestigiosa empresa internacional dirigida por el arquitecto Jace Blackwood, un empresario pulcro, pero que...
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LUNA.
Me doy un último vistazo en el espejo y frunzo el ceño. La palidez de mi rostro me hace parecer un fantasma. Hace apenas unos minutos me apliqué un labial rojo, sin embargo, terminé quitándolo con la servilleta manchada que ahora reposa sobre el tocador.
Me encanta el rojo, pero es un color que destaca demasiado en mí. El color blanco de mi pelo, mis ojos grises y ese color de piel tan pálido que me caracteriza no ayudan en absoluto. Odio llamar la atención.
Hoy es mi primer día de trabajo en la empresa constructora B&B.
—¡Joder! —mascullo mirando el reloj que tengo envuelto en la muñeca.
Llevo cinco minutos de retraso. No es una buena manera de evitar ser el centro de atención.
Recojo rápido mi móvil, las llaves de mi coche y la mochila que dejé hace un rato sobre la cama. Bajo corriendo las escaleras de la casa, topándome con Marta, mi nana.
—¿A dónde vas con tanta prisa niña? El desayuno está...
—No tengo tiempo, voy tarde al trabajo —la interrumpo y salgo disparada, no sin antes depositar un beso en su frente.
30 minutos más tarde, me encuentro frente a las grandes puertas que me dan acceso a mi futuro como arquitecta. Me siento un tanto emocionada, ha sido un sueño para mí trabajar en esta empresa desde que estuve estudiando. Aunque mis padres no estaban de acuerdo, pues querían que formara mi propia empresa, el dinero no es un problema para ellos. Sin embargo, esa no es mi meta, al menos no por el momento. En este punto quiero pulir mis habilidades para luego brillar por ellas. Ya he hecho algunos proyectos por mi cuenta, son pequeños, pero han tenido auge en la ciudad. Sin embargo, siento que el mérito no ha sido por mis habilidades, sino por mi condición. Quiero erradicar esto, quiero que me vean diferente. Quiero ser la arquitecta Evans, no la hija de la luna.
Sacudo mi cabeza, desechando los pensamientos que empiezan a invadir mi mente. "Vamos por ello" me digo a mí misma mientras acomodo la mochila sobre mi hombro derecho y me adentro a las puertas giratorias que me introducen en un gran lobby que denota un aura sobrio y lujoso.
Me acerco a la chica rubia de pelo corto que se encuentra en la recepción tecleando con rapidez mientras mira concentrada la pantalla frente a ella.
—Saludos.
Para de teclear y fija sus ojos color avellana en mí. Me analiza de pies a cabeza sin ningún reparo y siento el ardor de mis mejillas cuando me ruborizo.
—¿En qué puedo ayudarle? —pregunta al fin.
—Soy la arquitecta Evans, es mi primer día y...
—Noveno piso, pregunte por el señor Blackwood —no me deja terminar la oración.
