Capítulo 18

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LUNA

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LUNA.

Son pasadas las nueve de la noche y yo aún sostengo el aparato morado frente a mí.

Este hombre no tiene pudor, ni respeto. Se le ocurren unas barbaridades.

Miro el aro rojizo que cubre mis muñecas, solo a un psicópata como él se le ocurre semejante desfachatez. Me alegro de usar camisas manga larga para el trabajo, porque no sabría cómo explicar esto.

Lo que no termino de comprender es cómo es que caigo una y otra vez en sus estupideces.

Descubrí que mis sueños no eran sueños realmente. Muy en el fondo sí llegué a pensar que era muy real para ser ficticio, sin embargo, jamás me hubiese imaginado que existiera alguien con un trastorno mental tan severo que lo hiciera hacer semejantes cosas.

Cualquier persona aprovecharía esta situación para alejarse, pero yo, en cambio, me siento cada vez más atraída

El problema es que desde el viaje a Hamilton mi mente parece un disco rayado, reproduciendo los momentos en los que estuvimos juntos. Para rematar, se incluyó el día de hoy a la colección.

Lo que hizo en la oficina y lo que hizo aquí...

Definitivamente es muy particular en el sexo, Maya nunca me ha contado que haya hecho alguna cosa de estas.

Esa primera vez en el hotel fue todo, menos lo que esperaba. Pero, joder, sí que lo disfruté... a pesar del dolor.

Aún siento esa extraña sensación cercana al dolor, pero es que Jace es tan espontáneo... y las sorpresas que me llevo con él solo lo hacen más excitante.

Sé que debería alejarme, siento que el peligro emana de él cada vez que esa oscuridad se asoma. No entiendo lo que es o lo que soy, pero definitivamente somos polos opuestos.

La puerta del dormitorio se abre, provocando que de un brinco en el asiento frente al tocador. Lanzo el objeto en el cajón que estaba abierto y lo cierro de golpe.

Intento fingir que estoy haciendo algo, pero no se me ocurre nada inteligente.

—¡Lu... —Calla al ver mi expresión.

¿Qué hace Maya en mi casa a estas horas de un lunes?, menos mal que no fue ella la que tocó cuando él estaba aquí.

—¿Qué haces aquí?

—No, dime tú qué hacías que te pusiste tan nerviosita. —Me lanza una mirada de sospecha.

Me enderezo en el asiento y trato de poner mi cara más inocente.

—Solo estaba arreglándome el pelo.

Alza una ceja.

—¿Arreglándote para ir a dormir? Sabes, no importa. Vine por algo más importante.

LUNA (Trilogía Dioses Destinados #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora