LUNA.
—No filtré nuestra foto, si es lo que tratas de saber.
Alzo las cejas con sorpresa.
—Entonces lo sabías.
Intenta meterme otra fresa en la boca, pero aparto la cara.
Lo escucho resoplar.
—Siempre piensas mal de mí.
Frunzo los labios.
—Son las circunstancias. ¿Por qué no hablan de lo de Francesco?
—Hice las conexiones para que fuera algo discreto, pero una cosa no tiene que ver con la otra.
—¿Tú lo mataste? —La pregunta sale de mis labios sin que pueda detenerme a pensarla del todo.
Recuerdo lo insistente que fue Francesco cuando trató de advertirme de Jace, y luego quien apareció en el baño fue él. O sea, sé que habíamos quedado ahí, pero es una posibilidad.
Deja caer la fresa en el plato de mala gana, recoge la bandeja y se levanta.
Me mira por unos segundos, una mirada que me hace temblar y les juro que no de placer.
Se da la vuelta sin decir una palabra y cuando está a punto de salir por la puerta del dormitorio, habla sin girarse hacia mí.
—Te puedes ir. —Sale y cierra la puerta.
Y así se arruina una mañana casi perfecta.
Me quedo inmóvil por un momento, luego miro hacia abajo y me doy cuenta que no tengo ropa para irme, el vestido manchado de sangre no es una opción.
Mi celular vuelve a timbrar, es Maya de nuevo.
—Tienes que venir, teletranspórtate si es necesario, total, eres una diosa.
Ruedo los ojos.
—No funciona así.
—Pues ven como puedas, Erick y Olivia están viniendo en este momento.
Abro los ojos como platos.
—Llego en breve.
Cuelgo la llamada y salgo disparada al vestidor. Se supone que estoy quedándome donde Maya, no con Jace.
Me visto con lo primero que encuentro, unos pantalones de chándal y una camiseta gris que me quedan gigantes.
Finalizo el look oversize con una gorra de béisbol, ya que no tengo tiempo de arreglarme el pelo que se ha vuelto un desastre. De calzado tengo que utilizar lo único que tengo, que son los zapatos de tacón que utilicé anoche.
Salgo corriendo del dormitorio tan rápido como los zapatos me lo permiten y voy directo a la puerta principal. Cuando Jace me ve pasar por el salón aparta la vista del trago que tiene en la mano para fijarla en mí. Se encuentra de pie en el minibar, apoyado contra la barra.
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LUNA (Trilogía Dioses Destinados #1)
Ficción GeneralUna reconocida arquitecta estadounidense inicia una nueva etapa de su vida como colaboradora en la empresa de diseño y construcción B&B. Una prestigiosa empresa internacional dirigida por el arquitecto Jace Blackwood, un empresario pulcro, pero que...