Una reconocida arquitecta estadounidense inicia una nueva etapa de su vida como colaboradora en la empresa de diseño y construcción B&B. Una prestigiosa empresa internacional dirigida por el arquitecto Jace Blackwood, un empresario pulcro, pero que...
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JACE.
Han pasado tres horas desde que se fue a su casa, debería ser suficiente para que hiciera eso que tenía que hacer y viniera al penthouse. Sin embargo, aquí estoy, solo, mientras paso un dedo por la llama de la vela que reposa en el comedor.
Le pedí a Sofía que preparara algo especial para ella. Hizo pizza casera, y no es porque sea mi trabajadora, pero es la mejor pizza de todas. Lo digo yo, que no soy amante de ella, pero a esta no me puedo resistir. No pudo terminar bien su almuerzo por mi culpa, es lo mínimo que puedo hacer.
Ya estoy empezando a impacientarme, miro repetidas veces el reloj y mi pie derecho no ha parado de taladrar el piso en un constante movimiento que está a punto de volverme loco.
No es posible que se haya arrepentido, ¿cierto? Ella quiere esto tanto como yo, lo vi en sus ojos y su cuerpo me lo confirmó.
Las chicas tardan mucho en prepararse y vestirse, seguro es eso. No debo desesperarme.
Suspiro, relajándome un poco en el asiento. Solo estoy algo paranoico por todo el deseo que tengo acumulado, tuve que contener mis ganas en ese baño como nunca lo había hecho antes. Verla así me dejó mareado el resto de la tarde, esperando con ansias y desespero este momento.
Siento que con Luna todo debe ser especial, porque ella lo es. No es común, no es como nadie en este mundo y por eso me tomo el tiempo de pensar cada jugada antes de hacerla.
Esa chica es como una droga a la que te vuelves adicto solo con verla. Tenía bastante lejos el hecho de tenerla de esta forma, sin embargo, se me dio, como cada cosa en la que pongo el ojo.
Sé que no puedo tener con ella más que sexo, como lo hemos hecho hasta ahora. Si Paterson o alguno de los Vigilantes se llegaran a enterar de que me estoy comiendo la presa, en vez de matarla, creo que ni con todo el poder que poseo podré contrarrestar lo que se vendría.
Pensé que cuando estuviera con ella la primera vez iba a ser suficiente para saciar mi curiosidad... aunque pensándolo bien, es normal. Solo han pasado un par de días y tomando en cuenta lo que ella significa, lo más lógico es que sienta atracción por ella. Mucho más sabiendo que la tengo prohibida.
