María Garza
Volvía a tener ese asqueroso dolor de cabeza, y volvía a estar atada a una cama sin que yo quisiera. Esto empezaba a cabrearme, abrí los ojos y allí estaba en la misma jodida cama que las últimas semanas o meses, la nación del tiempo allí era inexistente. Moví la mano que tenía atada intentando liberarme, pero sin la llave no iba a poder. Miré hacia el sofá que había delante de la cama, y vi a Nick sentado con las piernas abiertas con los codos sobre las rodillas y las manos en su cabeza, mirando hacia abajo con un tic nervioso en las piernas. Se le veía nervioso, y al verme se levantó.
- Suéltame.- Demandé pero él simplemente comenzó a caminar de un lado a otro de la habitación.
- De verdad que no sé como contarte esto, he pasado mucho tiempo queriendo decírtelo y pensando cómo hacerlo y esperando el momento perfecto.- Hablaba tan deprisa y caminaba como un loco, me costaba seguirle.
- Nick, parece que lo que me tienes que decir es importante, pero antes quítame las esposas.- Me miró y obedeció mis órdenes, froté mi muñeca y empecé a levantarme de la cama.- Gracias Nick. Ahora dime qué es lo que pasa, pero de camino al coche.
- María es mejor que te sientes.- No le hice el menor caso, fui hasta la maleta que había hecho por la mañana y antes de poder agarrarla, Nick me tomó la muñeca.- Hazme caso solo por esta vez.- Me miró a los ojos y no me resistí, me senté en el sofá junto a él.- Te lo diré todo pero necesito que me escuches.- Me cogió de las manos y me miró a los ojos.- Sé que te expliqué que tu madre era la gran princesa de la mafia italiana y que mi padre era alguien importante en ese círculo, pero no te conté quién era realmente.- Respiró profundamente y lo soltó.- Mi padre era el hermano menor de tu madre, soy tu primo María y llevaba mucho tiempo buscándote. La familia después de unos años, os dio por perdidas pero yo me negué a creer eso. Tu madre era mi tia favorita y mujer más inteligente y buena que jamás conocí de niño, eres el vivo recuerdo de ella.
- ¡Eres un mentiroso de mierda!- Estaba de segura de que era una treta para que me quedase allí, y usarlo a él era muy sucio, lo consideraba un buen amigo. Después de todo era el único que me había apoyado en mi plan de huída y el único que me entendía con respecto a mi padre.
- Estaba seguro que ibas a reaccionar así cuando te lo dijese, así que he traído esto.- Me acercó una carpeta, la abrí y estaba repleta de informes, fotos y lo que más llamó mi atención fueron los informes de parentesco de ADN.- Si me vas a decir que son falsos podemos volverlos a hacer.- Movía y leía los papeles como loca.
- ¿Por qué ahora?¿Por qué me lo dices precisamente ahora? Podrías habérmelo dicho.- No logré acabar la frase, empecé a llorar y a sentir demasiadas emociones a la vez.- Sabías todo lo que había hecho.- Señalé los informes médicos.- y dejaste que hiciese de cebo.- Intentó volver a coger mis manos pero no podía.- ¡No me toques!
- No me quisiste escuchar, te dije que ese plan era un suicidio, me amenazaste y me echaste de tu lado. María tardé años en encontrarte, por favor dame una oportunidad para explicarme.- Me estaba sofocando, me costaba respirar necesitaba salir de esa maldita habitación.
- Necesito aire, sácame de aquí.- Salimos de la mansión y fuimos al jardín, allí había plantado un ejército de hombres armados que circulaban sin parar. Respiré el aire frío de Russia y después de calmarme dejé que Nick se explicase.- Tienes una sola oportunidad, si me mientes o me ocultas el más mínimo detalle, se acabó. Me iré y nunca más sabrás de mi.
- ¿Qué es lo que quieres saber?
- Quiero saber qué es lo que nos hizo el mamón de Igor a mi y a mi madre, empieza por ahí.
- Eso ya lo sabes, era un hijo de la grandísima puta violento y maltratador.- Por como lo dijo supe que había algo que no estaba contando.
- Esta bien, se acabó te lo advertí, si me mentías.- Me levanté del banco en el que nos habíamos sentado para tener esta conversación.
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Perversión
RomanceMaría, una estudiante de medicina de 22 años y una millonaria primeriza, recibe un inesperado regalo, un ático de lujo en New York de un tal Vladimir Ivankov. Con la única condición de reunirse con ella en persona en ese mismo lugar. Vladimir, por...