Regreso

85 8 2
                                    

Maria Garza

Estuve esperando a Nick dos horas sola en el coche, Magnus no entró y se lo agradecí. Mientras hice un grupo de WhatsApp para los tres y les envié un mensaje.

Chicos, haré un viaje rápido fuera del país. Estaré de vuelta en dos días.

No esperé a que me respondiesen, apagué el teléfono. Sabía que no les iba a hacer demasiada gracia que me volviese a marchar así de repente, pero hacía demasiado que no iba a visitar a mis padres y eso estaba muy mal. Vi salir a Nick de la puerta trasera de la mansión con una pequeña maleta y lo vi hablar con Magnus que le enseñaba su teléfono. Nick entró en el coche al mismo tiempo que Magnus.

- Así que ya les has dicho que te vas... Bueno que sepas que ya nos tienen amenazados por dejarte hacer esto.- Miré por el retrovisor y le vi la cara de susto que llevaba nuestro conductor.

- Magnus, si no quieres venir estaré bien, puedes volver a la mansión si esto te está poniendo en problemas.

- Señora, mi misión es protegerla, no puedo abandonarla.

- No me llames señora, que solo tengo 24 años, ¿qué te parece María?- No dijo nada más, pero se le relajó un poco la cara. Me dirigí a Nick que estaba sentado a mi lado ensimismado en su teléfono, miré por encima de su hombro y me sorprendió lo que vi.- Así que la prometida se llama Kassandra...- A Nick le cambió la cara y de repente se puso nervioso y guardó su teléfono.

- María, no deberías hacer eso. No está nada bien espiar.- Puse los ojos en blanco, parecía un niño al que acaban de pillar haciendo algo indebido.

- Bueno ahora en serio, ¿porqué haces eso?- Lo vi pensando en qué decirme, me fijé en cómo juntaba sus manos y tragaba en seco, se estaba poniendo muy nervioso. Y lo supe.- ¡Te la quieres tirar!- Me reí como nunca.

- ¡María!- Me regañó pero no podía parar de reírme, lo había pillado de lleno.- Cuando quieras paras.- Bufó. Me estaba mirando con muy mala cara. Cuando pude parar de reír, hablé.

- Necesitaré que te expliques, es la primera vez que te pillo pensando en algo indecente. Empezaba a pensar que eras asexual o estabas de celibato.

- Que no sea tan evidente como tu no quiere decir que no tenga sexo...

- Esta bien, ¿entonces cuánto hace de tu última vez?- Enarqué una ceja. Él suspiró.

- Esta bien, hace mucho.- Llegamos al angar dónde estaban los aviones de carga.- Iremos en uno de estos, así no estaremos registrados ni en la entrada ni en la salida.

-No me cambies de tema. ¿Cuánto hace?

- No vas a parar hasta que te conteste ¿no?- Negué con la cabeza.- Años.- Mis ojos se abrieron como platos, no me entraba en la cabeza que llevase tantísimo tiempo sin sexo.- He estado ocupado y no he tenido tiempo libre. No quiero ni un puto comentario al respecto.- Me quedé en silencio, primero procesando lo que acababa de soltar y después pensando en porqué ahora sí pensaba en sexo, pero con ella.

- Entonces ¿Por qué ella?

- ¡María!- No estaba cómodo, pero era demasiado divertido como para dejarlo estar. Volvió a sacar aire de manera dramática.- Hay algo en ella que me atrae, ¿vale? Pero no es una persona de la que te puedas fiar, ya me ha mentido y estoy seguro de que es una manipuladora de primera. Ha sobrevivido en la mansión Petrov dos años y en su habitación hay demasiadas cosas caras...

PerversiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora