Vladimir Ivankov
Desde que entré en esa maldita sala pude notar como Nick tenía razón, Don Petrov era el que estaba detrás de todo. Nada más empezar, se notaba como intentaba no solo provocarme sino que también estaba intentando hacer parecer que mis decisiones estaban siendo desastrosas. Pero eso no podía sostenerlo puesto que en el último año había mejorado el blaqueo del dinero sucio, había ampliado el negocio y había acorralado a la competencia que amenazaba con la guerra o eso creía. Todo estaba saliendo bien, hasta que soltó la bomba, no subió el tono de voz y lo dijo demasiado tranquilo.
- Dado a que nuestro querido líder se encargó de aniquilar a la que iba a ser la siguiente generación Petrov. Voy a anunciar que he hecho un trato para contraer matrimonio con una heredera que no solo a mi me hará ganar poder y dinero sino a toda la Bratva. Hablé con Igor Messina hace unos meses, y cerramos un trato beneficioso para todos... Yo Erik Petrov anuncio ante todas las delegaciones aquí presentes mi matrimonio con Valeria Messina, heredera legítima de las mafias italiana y alemana.- Pude oír como todos se rieron de él, excepto Leo y yo. En ese momento supe que estaba bastante jodido, una vez anunciado, ninguno de los presentes podría pedirle la mano, y eso me incluía.
- Esa chiquilla, está muerta Petrov. Es bastante ridículo que sueltes eso, sobretodo porque perfectamente podría ser tu hija, que digo, nieta.- Lo dijo entre lágrimas de risa Don Volkov, un hombre que tenía unos 35 años, casado y con una heredera. Era de los pocos que decidió cambiar el curso de la Bratva y que quiso cederle su sitio a su hija cuando fuese mayor. Sería la primera mujer en liderar una de las delegaciones.
- Creo que si tan ridículo fuese, nuestro líder estaría igual de chistoso. Pero no es así, porqué sabe tan bien como yo que esa chiquilla como la has llamado sigue con vida. ¿No es así Vladimir?- Fue un hijo de puta, redirigió la atención a lo tenso que estaba y a mi ausencia de risa.
- No me rio de la salvajada que acabas de soltar por un simple motivo, acabas de admitir que has hecho exactamente lo mismo que tus hijos. Ser una rata, traicionera, que hace tratos con uno de nuestros mayores enemigos.- Vi como mis dos mayores aliados en esa reunión asentían y como los otros dos lo miraban intrigado.- Así que me pregunto Erik, qué saca de este trato el alemán. Porqué tu pasarías de controlar un pequeño territorio de Russia, a controlar dos países enteros. Y ese cabrón no es capaz de ceder todo su poder sin recibir algo realmente bueno a cambio.- Tragó en seco, estaba viendo cómo estaba volviendo en contra a sus "aliados". Estuvo en silencio mirándome de manera desafiante, esperaba que yo admitiese la existencia de mi debilidad ante un mundo lleno de monstruos igual o peores que yo y eso no iba a suceder.
- Erik, contesta a tu Don.- Leo estaba tenso y quería hacer caer a ese mamón tanto como lo estaba deseando yo.
- Prefiero no hacerlo, no hasta que decidamos si continuará o no al cargo.- Estaba acorralado, jodida rata.- Pero antes de continuar, me gustaría destacar una última cuestión. Hace más de una década que nuestro Don está soltero, años en los que se nos ha prometido que el linaje Ivankov continuaría pero jamás ha presentado a nadie con quien tuviese intenciones de procrear.- Miró con asco a Leo.- Tu padre nos prometió a los que estuvimos en su despedida y tu ascenso que ibas a ser un buen líder a pesar de ser su hijo menor, que sabrías mantenerlo todo en orden y eso incluye tu casa, Don Ivankov. Tienes 29 años, a esa edad tu padre ya os tenía a tí y a tus hermanos...- Ese jodido tema, eso era algo que esperaba que no saliese en esta reunión.-Así que me gustaría presentar a una buena candidata a nuestro Don, iba a ser la esposa de Maxim, mi hijo mayor, y creo que la mejor manera de honrar su memoria es dártela a ti. Para que te recuerde cada día de tu miserable vida lo que me arrebataste ese día. Según nuestras reglas, debes aceptar mi oferta, y tienes que...
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Perversión
RomanceMaría, una estudiante de medicina de 22 años y una millonaria primeriza, recibe un inesperado regalo, un ático de lujo en New York de un tal Vladimir Ivankov. Con la única condición de reunirse con ella en persona en ese mismo lugar. Vladimir, por...