Capítulo 11

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—Todo indica que eres de lento aprendizaje en asuntos del amor —Carla se burlaba de su amiga, mientras esta hundía el rostro en la almohada—. Es más que obvio que ese hombre te quiere en todas sus letras y no solo para jugar a las manitas sudadas.

Nancy no sabía qué pensar. La había pasado tan bien hacia unos días con Mason, pero ahora nada nublaba su cabeza y no sabía si aquella relación, si es que le podía llamar así, terminaría bien para ella en un futuro.

—No me quiero enamorar y luego sufrir su ausencia. Sabes bien que él se va a marchar muy pronto.

—Enamorarse y sufrir es inevitable, pero al menos haz que valga la pena. Disfruta lo que más puedas el tiempo que tenga que durar. Cuando todo haya acabado, me convertiré en tu paño de lágrimas.

—Oh, eso no me da ni un poquito de moral.

Carla soltó una risita y se tiró en la cama junto a su amiga. Nancy la miró y un silencio cómodo las rodeó mientras pensaban en sus situaciones.

—Quisiera que las cosas fuesen diferentes, pero ese fue el hombre que te dio el destino. Quizás no sea para siempre, pero sí una aventura que debes disfrutar al máximo.

—Y yo quiero vivirla.

—¡Eso es! No pienses en que vas a sufrir o no vas a disfrutar de ese hombre. Deja que la corriente te arrastre hasta donde te tenga que arrastrar —le guiñó un ojo y ambas chicas rieron.

Permanecieron toda la tarde hablando y viendo películas, pasando un rato entre ellas como solían hacerlo a menudo.

La cabeza de Nancy era un caos que solo encontraba calma cuando Mason robaba la última gota de su aliento en esos besos que le daba cada que se quedaban a solas, por eso agradecía que su amiga estuviera allí, dándole apoyo y ayuda en un tema que era completamente ignorante.

Nunca se había enamorado, y si lo había hecho, no lograba recordar si era algo tan intenso como en esos momentos sentía. No sabía nada del amor ni de sus tonalidades, pero conforme pasaban los días y Mason más se calaba en sus pensamientos y en su corazón, los iba descubriendo.

Era una explosión intensa y loca de colores. No podía pensar en un solo tono que hablara de su sentir, porque era una mezcla que nublaba su razón. Pero era tan maravillosa y deseaba que más tonos se unieran a la mezcla.

***

Los días empezaron a pasar con rapidez y Nancy deseó tener el poder de detener el tiempo. Las pocas horas que pasaba con Mason eran muy cortas y ella deseaba estar más tiempo con él.

Cada día Mason iba al restaurante, ordenaba su comida y esperaba hasta que cerraran para estar con ella y poder darle un beso aunque fuera en la mejilla. Solía ir a su casa y cenar con su familia o hablar con ella en la marquesina hasta la medianoche, más no era lo mismo. Deseaban un momento a solas como en aquel bosque, donde solo eran ellos dos y sus interminables besos.

Nadie sabía de la relación extraña que tenían, pero a ojos de los demás era tan evidente que algo sucedía entre ellos por más que no lo aceptaran.

Y es que ni ellos mismos sabían qué era lo que tenían. Solo podían pensar en estar juntos todo el tiempo, en abrazarse y besarse.

¿Una relación? No habían hablado de una, solo que se conocerían un poco más y serían más que amigos.

Los besos eran cada vez más intensos, y Mason se vio en más de una ocasión cortando la conexión de sus bocas antes de que perdieran por completo la razón y terminaran enredando sus cuerpos. El deseo se acentuaba cada vez más y bastaba un solo roce de labios para que ardiera con gran intensidad en sus seres.

Cuando Vuelvas Conmigo[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora