EL PUNTO DE VISTA DE CARINA
¡Dio mio!
Mi corazón se aceleraba en mi pecho y lo único que pude obligarme a hacer fue ralentizar los movimientos de mi boca, muy a regañadientes, y alejarme del delicioso pecho de Maya. Tenerla en mi boca me había causado un frenesí incomparable, su cuerpo era tan sensible a mi tacto, tan sensible a la presión de mis dedos o al calor de mi lengua que simplemente me rendí al impulso que tenía de darle el mayor placer posible.
Ahora que sentía su cuerpo temblando bajo el mío, su respiración ruidosa y sus dedos aún en mi cabello tirando de mí hacia arriba, podía recordar momentos que me afectaban, como la sensación de tener sus caderas buscando el contacto de mi piel, la forma en que maldecía cuando la tocaba un poco más intensamente, sus fuertes gemidos, Maya gritando mi nombre, y, la mejor parte, la parte que hizo que mi corazón se derritiera, Maya llamándome "bebé" hace unos momentos cuando estaba drogada con su orgasmo.
La mujer debajo de mi cuerpo estaba roja y había algunas gotas de sudor en su frente, sus labios se entreabrieron mientras jadeaba y trataba de recuperar el ritmo de su respiración era una vista de la que nunca me cansaría. Besé un par de veces la mejilla de Maya, froté mi nariz contra la suya y le di un pequeño beso en la boca -más precisamente en el labio inferior ya que su boca permanecía abierta- y lo único que faltaba para completar ese momento era ver sus ojos, los ojos que tanto amaba, pero que estaban ocultos mientras ella aún disfrutaba de los efectos de su clímax.
-¡Apri gli occhi, bambina! - ¡Abre los ojos, nena! - pregunté suavemente, frotando mi nariz contra la suya, dándole otro suave beso en los labios. La rubia sonrió relajadamente y mantuvo los ojos cerrados por unos momentos más, pero cuando finalmente los abrió pude ver que la inmensidad azul, generalmente brillante y clara, ahora era definitivamente más oscura y turbia. - Potrei perdermi nei tuoi occhi, potrei passare una vita a guardarli dentro! - ¡Podría perderme en tus ojos, podría pasarme toda la vida mirándolos!
-Eh. - susurró, mirándome fijamente a los ojos, y yo no hice ningún intento de apartar la mirada. Sin dejar de mirar al azul, llevé una de mis manos a su frente y pasé la palma de mi mano sobre ella, limpiando las gotas de sudor que se habían formado allí y goteaban sobre sus sienes.
-Ciao. - le susurré, tratando de mostrar en mi sonrisa toda la satisfacción que sentía al tenerla allí, en ese momento, conmigo.
-Esto nunca me había pasado antes. - Habló, como disculpándose, y ahora pude ver que el rubor en su rostro se debía a su vergüenza, y arrugé la frente durante unos segundos antes de volver a besarla en la mejilla. Era difícil mantenerme alejado de Maya, evitar mostrarle afecto, especialmente ahora. - Ni siquiera sabía que eso era posible.
-Me encantó. - confesé en voz baja, mis labios aún presionados contra su mejilla. - Era tan sexy, y tan poderoso, que me dio un poco de celos. Al mismo tiempo, me dan ganas de que te corras más que nunca.
-Creo que necesito un minuto. - Ella soltó una risita y me pasó las yemas de los dedos por la espalda, sus dedos subieron y bajaron por mi columna vertebral, y yo prácticamente ronroneé al sentir la caricia y el escalofrío que recorría el mismo camino que sus caricias. Después de unas cuantas repeticiones, sus dedos se apresuraron a desabrochar el broche del sujetador blanco que llevaba puesto, y dejé escapar una risita.
-Pensé que necesitabas un minuto. - bromeé.
-No ese tipo de minuto. - Ella me respondió, y fue muy fácil para ella darnos la vuelta en la cama y acostarse encima de mí, su antebrazo presionado contra el costado de mi cara mientras sostenía parte de su peso mientras su mano libre recorría la longitud de mis costillas en un toque casi posesivo mientras sus ojos me devoraban.
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Ferry-love-boat
Fanfic¡El amor es algo gracioso! Aparece en nuestras vidas y de la manera más impredecible y nos cambia para siempre. No importa si es cuestión de días o años, lo que se sabe es que el tiempo no es relevante cuando la conexión con otra persona es verdader...