Protesta

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En una majestuosa ciudad de Edenia, la tranquilidad se veía perturbada por una escena ridículamente inusual. Frente al palacio real, una multitud de individuos variopintos encabezados por Havik y Rain gritaban consignas en contra del gobierno de la Reina Sindel.

Havik, con su característica sonrisa desquiciada, levantó los brazos, su voz resonando con fervor en toda la plaza.

—¡ESTO ES UN LLAMADO A TODOS LOS QUE NO DEJAN FLUIR CORRECTAMENTE EL CAOS! ¡ESTAMOS HARTOS!

El General Kotal Kahn, con los brazos cruzados, miró con calma la protesta y habló con voz firme.
—¿Cuáles son sus exigencias?

Havik, con la energía de un loco que cree estar en lo correcto, extendió una lista escrita en un pedazo de tela quemado.

—¡La renuncia del nuevo gobierno opresor!

Rain, con su túnica elegantemente arreglada, se adelantó con una sonrisa pretenciosa.
—¡Y la mano de la princesa Kitana en matrimonio!

Havik asintió sin pensarlo.
—¡Sí, eso también!

Desde la multitud, Baraka levantó una garra, notablemente molesto.
—¡Y que Kung Lao deje de cortarme a la mitad en cada línea temporal!

Havik, sin perder el ritmo, señaló a Baraka.
—¡Sí! ¡No toleramos perder contra el segundo lugar!

En ese momento, Reptile, con una expresión de súplica, dio un paso adelante.
—¡Derechos humanos para los Zaterranos!

El grupo quedó en silencio por un segundo. Havik se rascó la barbilla, considerándolo... y luego agitó la mano con desdén.
—¡Denegado!

Reptile abrió la boca para protestar, pero Rain lo apartó con un gesto de la mano.

Noob Saibot, hasta ahora callado, murmuró con su tono tenebroso.
—No. Que se joda Thomas.

Havik asintió con fervor.
—¡Sí! La renuncia de la Reina Sindel, la mano de la Princesa Kitana, que nos mate Liu Kang, opresión para los únicos tres Zaterranos que existen y que se joda Thomas.

El General Kotal, con el rostro completamente impasible, se giró lentamente hacia Kitana, esperando su respuesta.

Kitana, con los brazos cruzados y una expresión de fastidio absoluto, observó a la extraña multitud frente a ella. Sus ojos recorrieron la turbia "lista de demandas" y finalmente suspiró.

—... Bien, suficiente.

Kotal, sin inmutarse, levantó la mano y dio la orden con su tono severo:
—Arréstenlos a todos... Y Black, dispara al Zaterrano

One Shots random de Mortal KombatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora