Capítulo: 18
Ronald LombardiSi los Ferrini fueran un poco más inteligentes, hubieran colocado grabadoras debajo de las mesas y asientos, considerando que estarían asesinos, narcotraficantes y cazadores, bajo un mismo techo. Yo lo hubiera hecho, pero no, no lo hicieron.
El banquete transcurrió lo más aburrido posible, al menos para mí. Aunque todos parecían estar animados, incluso Laura estaba con una sonrisa que no le cabía en la cara mientras bailaba junto a Margarita, todo parecía estar bien, durante el tiempo que la mansión de unos de los mejores narcotraficantes de Italia, se convertía en cenizas frente a sus narices.
Luego de que el reloj marcara las tres de la madrugada, decidí que era el momento perfecto para irnos y sin rechistar, obedecieron.
Tengo que devolver el maldito sobre, me doy vergazos mentales por haber dejado pasar eso por alto, no sé en qué demonios estaba pensando.
Tiene nombre y apellido.
Ignoro lo que dice mi mente y regreso mi mirada a la ventana de la limusina, porque sí, me quedé viendo a la engendra del demonio de Laura.
Tardamos menos de lo que pensaba en llegar a la mansión, Fui directo a la habitación, es sorprendente que hasta copias le saqué al dichoso sobre y no lo entregué.
Muevo el velador; saco el pequeño bulto, lo tiro a la cama, lo abro y saco el sobre naranja, guardo todo en el mismo lugar a excepción del sobre y la laptop.
Lo dejo arriba de la cama y me saco la chaqueta del esmoquin, dejando las mangas de la camisa blanca recogidas. Agarro la botella de Whisky del pequeño estante qué hay al lado de la ventana, y lo sumerjo en un vaso con hielo. Le doy un solo trago acabando con ello, vuelvo a servirme, pero esta vez, me siento en el sillón que está al frente del estante, dejo que las malditas horas pasen, mientras bebo y fumo un tabaco.
Mi mente empieza a divagar en el instante que mis ojos se posan sobre el espejo que tiene el estante. Referente a que el contrato se realizó de forma exitosa, tanto que hasta los medios de comunicación hablaron por horas acerca de eso, preguntándose del porqué decidieron realizar un contrato en un banquete, cuando esto se debe realizar después de que dichos países efectuaran legalmente el escrito. Y eso se debe, a que fue un contrato oral que después pasaría hacer una formal. ¿Por qué? Pues no tengo idea en qué se basaron los Ferrini para hacer eso. Cosa que me está haciendo pensar de más.
Miro el reloj de mi muñequera, al tiempo que me doy otro trago.
5:00 am.
Hora suficiente para saber que todos están profundamente dormidos después de una larga noche.
Me incorporo del sillón dejando en el estante la botella y el vaso. Abro la puerta del cuarto, y enseguida bajo las escaleras.
Mierda, se me olvidó revisar las malditas cámaras.
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El final de la bestia (+21)
RandomSaga, Marcas de Mafia Libro 1 Su belleza cautivó al asesino. Su belleza cautivó a la bestia. A pesar de tener discapacidad visual.