𝘾𝙖𝙥í𝙩𝙪𝙡𝙤 27

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14𝘵𝘩 𝘕𝘰𝘷𝘦𝘮𝘣𝘦𝘳 1994

Narra Alessia:-¿Me dijiste bonita?—Pregunté yo, mirando fijamente a Draco, sus pálidas mejillas tomaron un color rosado y él volteó a otro lado

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Narra Alessia:
-¿Me dijiste bonita?—Pregunté yo, mirando fijamente a Draco, sus pálidas mejillas tomaron un color rosado y él volteó a otro lado.

-¡Mira! Las escaleras están quietas, subamos antes de que empiecen a moverse—Dijo, comenzando a caminar apresuradamente hacia los escalones.

-¡Draco no me evites el tema!—Respondí, llegando hasta su lado y colocándome a la par, con mi mano sosteniéndose del barandal de la escalera.

-¿La sala común de Gryffindor es en el retrato de la dama gorda, verdad?—Preguntó, aún evitándome el tema, iba a contestar cuando él comenzó a subir apresuradamente, como si realmente quisiera ir a ver a Harry, yo fui detrás suyo insistiéndole pero él me seguía cambiando el tema y evitándome las preguntas. Parecía nervioso.

Llegamos frente al retrato, la dama gorda nos miró de pies a cabeza y con su espantosa voz habló.

-No, no y no—Negó—No sé qué están haciendo aquí, pero si pretenden entrar será mejor que se vayan yendo por donde vinieron, los Slytherin no entran aquí—. Dijo negando con la cabeza y luego me miró más fijamente, cambiando repentinamente su expresión a una gran sonrisa—Ah, hola Alessia.

-Necesitamos ver a Harry—. Dije yo, el retrato me miró con desaprobación y volvió a negar con la cabeza.

-Ya les dije que—No pudo completar su frase cuando fue interrumpida por Draco.

-¡Solo queremos ver a Potter! ¿Qué tan difícil es llamarlo y dejarlo salir?—Cuestionó Draco, con molestia en su voz y la dama gorda abrió la boca con sorpresa.

-¡Que modales jovencito!—Exclamo la mujer del retrato, como si se sintiera ofendida. Draco frunció el ceño y chasqueó la lengua, mientras yo jalaba su manga y miraba mal a la señora gorda, el retrato se abrió de repente y salió... «¡Harry!» «¡Potter!»

Chillamos Draco y yo al unísono, ambos nos miramos y luego volvimos a ver a Harry.

-¿Que hacen aquí?—Preguntó Harry con voz baja.

-Vinimos a verte—Dije yo. Draco hizo una mueca de disgusto.

-¿Vinimos?—Preguntó Harry incrédulo, mirando confundido a Draco.

-Yo no quería venir—Afirmó—Pero no quería dejar sola a Alessia.

-Bueno, me da... Gusto verlos—. Aseguró entre dientes Harry, forzando una sonrisa en sus labios. Se rascó la nuca nerviosamente.

-Harry, ¿Por que no bajaste a desayunar?—Pregunté yo con preocupación.

-No tenía hambre—. Aseguró Harry, pero era obvio que estaba mintiendo, sus tripas rugieron apenas terminó de hablar.

-Eres un inútil hasta para mentir, Potter—. Se burló Malfoy, con los brazos cruzados y sonriendo ampliamente con burla. Yo le di un codazo y Harry hizo una mueca—Bien, bien, era broma...

-Mejor hablemos en otro lado—Suspiró, mientras empezaba a caminar subiendo las escaleras con Draco y yo detrás suyo, se detuvo de pronto y nos miró—¿Él... También va a venir?—Preguntó apuntando a Draco con su dedo.

-¡Si, Potter, si voy a ir!—Reprochó Draco—Tengo que cuidar a Alessia.

-Draco no soy un bebé—. Afirmé.

-Lo sé, pero no quiero que tu queridísimo hermano crea que quiero pasar tiempo con él—Hablo sarcástico, Harry puso los ojos en blanco y empezó a subir las escaleras mientras nosotros lo seguíamos.

-Lo sé, pero no quiero que tu queridísimo hermano crea que quiero pasar tiempo con él—Hablo sarcástico, Harry puso los ojos en blanco y empezó a subir las escaleras mientras nosotros lo seguíamos

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-Rita estuvo interrogándome, al principio todo iba bien pero luego empezó a hacerme preguntas incómodas y al final escribió mentiras sobre mi en ese estúpido periódico—. Bufó Harry, sentado en un escalón en el piso de la Torre de astronomía, Draco observaba el paisaje mientras sus cabellos se levantaban por la brisa y yo estaba sentada al lado de Harry.

-No deberías sentirte mal por las mentiras de Rita, yo creo que solo es una sucia chismosa—. Dije, sonriéndole un poco a Harry, él me sonrió débilmente de vuelta—¿Y por eso no bajaste a desayunar?

-Ya no quiero estar con los de mi casa, Ron no duda en mirarme mal y reprocharme lo del cáliz, todos han comenzado a tratarme mal aquí—. Habló, con los ojos humedecidos y escondió la cara entre sus rodillas para que no lo viéramos llorar.

-Si te sirve de consuelo, yo sigo creyendo en ti, Harry—. Lo animé, con mi mano acariciando su cabello haciendo que él levantara la vista hacia mi, jure ver una lagrima cayendo pero él rápidamente la limpió con su manga.

-Si estuvieras en Gryffindor no me sentiría tan solo—Dijo con una sonrisa débil.

-¿Por que no te juntas con nosotros? Conmigo y mis amigos, se que no te llevas bien con ellos pero—Draco me interrumpió.

-¡Ni en broma!—Dijo alteradamente, haciendo que los dos volteáramos a verlo—Quiero decir, Potter es Gryffindor.

-¿Y que?—Pregunté.

-Esta bien Alessia, gracias por preocuparte pero estoy bien así—Me afirmó y luego desacomodó mi cabello, Draco se fue a sentar al lado de nosotros, o mejor dicho, al lado de mi. Pasamos varios segundos en silencio cuando alguien más subió a la torre, nos asustamos al pensar que era un profesor pero nos tranquilizamos cuando vimos a Theo.

Estaba sosteniendo a Lia, mi perrita, en sus manos y tenía una mueca de enfado.

-¡Alessia, vine a traerte a tu perro!—Dijo enojado y dejando a Lia en el suelo de la Torre, la cual se abalanzó rápidamente hacia mí y yo la rodee con mis brazos—Ya no la soporté, es un desastre—Miro a todos—¿Interrumpí algo?

-Nada—. Contestó Harry con voz baja.

-Bueno, adiós—. Y seguido de eso, Theo se fue. Dejándonos de nuevo a los tres solos, y a Lia.

Draco trató de acariciar su pelaje, pero ella le mordió el dedo y Draco soltó un gritote. Harry se empezó a reír a carcajadas y yo quite a Lia.

-Lo siento Draco, ¿Estás bien?—Dije agarrando a mi perrita con un solo brazo, y con mi mano libre agarre la mano de Draco.

-Si, si, no fue nada grave—Vio a Harry reírse y frunció el ceño—¿¡De que te ríes Potter!?

-¡Gritaste como niña!—Carcajeó Harry sin poder dejar de reír.

-¡Claro que no, no es gracioso!—Dijo Draco, furioso—¡Alessia dile algo!

Pero yo no pude evitar soltar una risita, mientras Lia se movía en mis manos queriendo zafarse.

-¡Dejen de reírse de mi!—Pero a medida que más hablaba, mas nos reíamos.

𝙏𝙧𝙖𝙞𝙘𝙞ó𝙣 / 𝘿𝙧𝙖𝙘𝙤 𝙈𝙖𝙡𝙛𝙤𝙮 𝙮 𝙩úDonde viven las historias. Descúbrelo ahora