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Narrador:
Umbridge, con una sonrisa burlona en sus delgados labios como si de una victoria se tratará alzó su brazo y empuñando con fuerza su varita hizo explotar aquel muro causando un derrumbe en la pared. Los Slytherin parecían bastante curiosos y casi metían las cabezas por el hueco para ver con más detalle el interior, Marietta Edgecombe había reportado un supuesto ejército entre varios miembros de distintas casas donde llevaban a cabo hechizos y enseñanzas más avanzadas de DCAO.
El rostro de Umbridge se tiñó de furia, Draco y Alessia sonreían burlones pero la sonrisa de la pelirroja pareció borrarse cuando de pie al interior de la sala de menesteres entre todos los jóvenes presentes vislumbró a su hermano mayor con su varita en sus manos, la cara de Harry palideció cuando hizo contacto con Alessia, quien ahora parecía tener la misma cara furiosa de Umbridge.
Las situación se volvió tensa, los alumnos empezaron a cuchichear, preguntándose que haría Umbridge a los jóvenes que estaban armados con sus varitas. Las miradas de la bruja se movieron de Harry a Alessia y esta notó cómo la otra mujer ponía una cara de satisfacción y de victoria, como si se alegrara de estar encontrando pruebas de algo del que era consciente.
Alessia apretó los puños con la cara tan enrojecida hasta la raíz casi combinándose con el color de su cabello, sus nudillos se volvían rojos y sus dedos se marcaban en la palma de su mano a medida que apretaba sus puños como si aguantara las ganas de golpear a Harry en ese momento. Se sentía furiosa.
Ahora comprendía porque su hermano la evitaba, la ignoraba y la trataba mal. No era por la pelea que Draco y él habían tenido meses atrás, no, era porque mientras ella se preguntaba qué le pasaba él impartía sus estúpidas clases a sus amiguitos de otras casas, a escondidas de ella.
Sus ojos de color azul se volvieron fríos y distantes, no tenía un reflejo amable como de costumbre. Se veía profundamente herida, como si le hubieran puesto una daga en el corazón. ¿Cómo era posible que Harry hiciera eso? Eso era traición, ¿no se daba cuenta de que era su hermana, de que era la única persona que lo había aceptado como quien era, con quien había vivido todo aquel infierno en casa de los Dursley y quien ahora cambiaba por una novia y amiguitos que meses atrás desconfiaban y hablaban mal de él por los chismes de Rita Skeeter?
Draco tuvo que tranquilizar a Alessia quien estaba furiosa, casi echando humo por las orejas mientras Umbridge regañaba y castigaba a los miembros de dicho ejército en su despacho. La pareja esperaba fuera de aquella oficina.
-De verdad, ¿No sabías nada acerca de esto?—Preguntó Draco, observando a Alessia con una ceja alzada, por su expresión pareciera que temia de ver a su novia enojada.
-No—. Alessia contestó en tono tajante, con la voz cortada como si un montón de groserías estuvieran acumuladas en su garganta.
-No me sorprende que Pottah esté metido en esto..—Burló Draco, pero al ver que Alessia no se rió se quedó callado. Segundos después tomó la barbilla de Alessia pero antes de que pudiera besarla la puerta se abrió de golpe y todos empezaron a salir del despacho de Umbridge.
