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Narra Alessia:
Remus lanzó a Sirius lejos.
El profesor Snape salió, se puso frente a nosotros como si fuera a regañarnos, no había notado la presencia del profesor, ahora convertido en un hombre lobo. Tratamos de advertirle pero él nos atacó, tiro a Snape al suelo y Hermione fue en su ayuda, Ron estaba detrás mío y de Harry, con sus garras, Remus nos trató de golpear, Harry logró esquivarlo cuando en eso sentí una punzada en la frente, como si hubiera sido un rasguño, pero aún más doloroso, que me hizo caer al suelo, y quedar inconsciente, otra vez.
9:21 p.m
Desperté en la enfermería, sintiendo un apretón en una de mis manos, al abrir un poco los ojos una figura borrosa estaba a mi lado. Al verla con más detalle me percaté que era un chico, si no fuera por ese peculiar cabello rubio no lo habría reconocido. Sonreí débilmente.
-¡Despertaste!—Dijo Draco apretando mi mano con más fuerza, yo sentía mi cabeza vendada, pero al mirar a los lados, a unas camillas de distancia, estaba Ron, con la pierna vendada. Del otro lado, Harry y Hermione, estaban colocándose una especie de collar, pero creo que mi vista estaba lo bastante borrosa para verlo con más detalle. Solo me limite a intentar sentarme, con ayuda de Draco.
-¿Cuánto tiempo llevas aquí?—Pregunté, con un dolor de cabeza y mirando a Draco. Me tallé los ojos y ahí pude verlo con más claridad, estaba sentado en un pequeño banco de madera a mi lado y estaba en pijama, con una sudadera negra puesta sobre aquella pijama azul.
-Bueno... Ya estaba apunto de dormir, cuando Snape me mando a llamar diciendo que estabas aquí, vine lo más rápido que pude pero el estúpido de tu hermano se enojó cuando me vio—. Dijo lanzándole una mala mirada a Harry, que también volteo a vernos pero regresó su atención a Hermione cuando la castaña le dio un manotazo en la cabeza. Ahí pude ver con más atención que ambos estaban usando una especie de collar de cadena dorada y una forma peculiar, como si fuera un reloj de arena pequeño, me encogí de hombros, ya que no sabía con exactitud qué era.
Pasaron no menos de cinco minutos, cuando las puertas se abrieron y entraron... ¿¡Hermione y Harry!? Ron, Draco, Hermione y yo abrimos de nuevo los ojos tanto como unos platos, Ron empezó a tartamudear palabras raras, apuntando con su dedo a donde hace unos momentos estaban los dos chicos, ahora no había nadie, ellos estaban en la entrada. ¿Pero como?
Draco se talló los ojos creyendo que estaba loco, y yo sacudí la cabeza pensando que el golpe en la frente me había afectado. Pero no, todo era aparentemente real. ¿¡Pero como!?
-¡¿Que hacen ahí?!—Exclamó Ron, alterado—¡Estaban ahí!—Dijo aún apuntando el sitio donde los tres habíamos visto hace varios minutos atrás a mi hermano y a Hermione.
