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El muro de piedra en las mazmorras se abrió dejando paso a Draco Malfoy, estaba cansado y deseaba irse a acostar, pero antes necesitaba ir a ver a Alessia, ya que le había prometido que se verían antes de irse a la cama. Sus pies caminaban a un ritmo lento por el castillo, mientras pensaba en lo que diría a Alessia. Luego de pasar por el aula del profesor Snape, se dio cuenta que había alguien ahí, se escuchaban voces. Estuvo apunto de pasar de largo pero sus pies de forma inconsciente se acercaron y terminó asomándose, en él aula estaba Alessia guardando sus libros dentro de su mochila, se había quedado unas horas extra como solía hacerlo. Una figura masculina se llevó la atención de Draco, era... Colin. Frunció el ceño y estuvo apunto de entrar, pero como por instinto se quedó de pie detrás de la puerta observando sin que se dieran cuenta.
Alessia no quería estar mucho tiempo allí, no quería ver a Colin, era el chico más odioso de Gryffindor desde su punto de vista. Colin estaba de pie, frente a ella y dedicándole sonrisas nerviosas, en ese momento se le descompuso el corazón, ¿eso que sentía eran celos? Draco sintió que le ardía la cara, y estando del otro lado de la puerta apretaba los puños con ira, con el ceño muy fruncido y los dientes apretados sentía su corazón palpitando y los pies le temblaban como si quisiera entrar y golpear a Colin en la cara.
Minutos pasaban mientras Draco se veía ante una tormenta de emociones y sentimientos encontrados, en la aula, Alessia estaba demostrando visiblemente el incómodo ambiente. Era consciente de lo que estaba pasando, como también lo era Colin. Entre ambos hubo un silencio incómodo. Y en ese momento Colin comenzó a hablar.
-Alessia, me preguntaba si querías ir conmigo a Hogsmeade—Proponía Colin, el cual había visto a Draco en la puerta y le dedicaba una sonrisa burlona de lado. Como si lo retara.
-Lo lamento Colin—Dijo Alessia—No tengo permiso para salir del castillo.
-Harry me contó que sus padrinos les firmaron los permisos—Comentó y Alessia maldijo mentalmente a Harry—Deberías darme una oportunidad, no te arrepentirás y nos divertiremos, solos.—Recalcó, como queriendo hacer enfurecer más al rubio detrás de la puerta.
Draco casi escuchaba el enojo en la voz de Alessia, pero sin embargo, también era consciente del tono dulce y provocativo de Colin, como un veneno especialmente preparado para él. Draco miraba el perfil de Alessia y notaba que ella estaba incómoda con la situación. Él podía leer en su rostro la angustia, la incomodidad, incluso podía leer el rechazo que le demostraba al chico
-No gracias—Respondió Alessia amablemente, a pesar de su incomodidad—Tengo que estudiar.
La pelirroja estuvo apunto de darse la vuelta y salir del aula cuando Colin la detuvo por el brazo y la giro hacia él.
-Solo dame una oportunidad—Dijo.
Draco estaba a punto de abrir la puerta y entrar de un empujón en la aula, pero se contuvo, estaba demasiado enojado. Recordó que se había jurado no perder su tiempo ni su energía en los sangres sucias como Colin, y así lo haría. Esperaría fuera, aunque todos sus instintos lo llevaran a arrebatar a Alessia de las manos de Colin. Pero no lo haría, no sería el Draco Malfoy amargado y odioso de siempre.
