¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narrador: Harry abrió la puerta de la oficina, ahí se encontró con Dumbledore que estaba sentado, con los dedos entrelazados y una expresión más seria de lo normal, alzó un poco la vista a través de sus anteojos de media luna, frente a su escritorio, estaban dos sillas a la par de roble oscuro con el asiento acolchonado color rojo, sentados sobre aquellas reconfortantes sillas estaban Draco y Alessia, la típica sonrisa burlona que Draco solía tener, no estaba, en su lugar había una expresión que asemejaba desdén, mientras que Alessia parecía preocupada, a los costados de la oficina, el prefecto de Slytherin, Snape, tenía los brazos cruzados y el ceño más fruncido de lo normal, Harry casi podía jurar que echaba fuego por los ojos, junto a él se escuchaban pequeños sollozos que provenían de Colin Creevey, en sus pequeñas manos sostenía los trozos de lo que horas antes fue una cámara.
Dumbledore se aclaró la garganta.
-Como verás, Harry, hay un lamentable suceso que tienes que saber—. Suspiro- La razón por la que tu hermana y el señor Malfoy están aquí es porque hoy por la mañana se han burlado y empujado al pequeño Creevey, esto causó que su cámara se rompiera.— Todos miraron al niño de Gryffindor, que seguía sollozando por lo sucedido- Te he llamado aquí porque al ser tú el hermano mayor de Alessia, por lo tanto, su tutor durante su estancia en Hogwarts, necesito que firmes el reporte que se le ha colocado.
-¿Reporte?— Preguntó Harry, lanzándole una mirada de enfado a Alessia, la cual agacho la cabeza nerviosamente.
-Si, Harry—. Aseguró Dumbledore, el cual le hizo un ademán con la mano izquierda al profesor Snape, este mismo le extendió de mala gana a Harry un pergamino entre sus manos, el azabache lo tomó y lo leyó.
Luego de eso, de mala gana, Harry refunfuño y firmo el pergamino, para después entregárselo al profesor Snape, quien se lo arrebató, hizo un ademán con su cabeza hacia Dumbledore y salió de la oficina.
-Tú también puedes irte ya, Colin—. Aclamó el anciano hacia el niño que emitía pequeños sollozos, con la cámara rota entre sus manos, asintió torpemente y se fue corriendo de la oficina, Draco puso los ojos en blanco.
-¿Nosotros también ya podemos irnos?— Preguntó el rubio a Dumbledore, haciendo una seña con su dedo que daba a entender que se refería a Alessia y a él.
Dumbledore suspiró.
-Con todo gusto podría decirles que se vayan, pero todavía hay una cosa más que aclarar—. Anunció el hombre, acomodándose sus gafas de media luna— Como saben, la cámara de Colin está rota, por lo que alguien tendrá que pagarla, propondría que—
-Yo la pago—. Aseguró firmemente Draco, interrumpiendo a Dumbledore, el cual sólo sonrió levemente.
-Podríamos pagarla entre ambos, después de todo—. Harry no pudo terminar su oración cuando Draco le lanzó una mirada fulminante, y también lo interrumpió.
