Capítulo 42: Dos Meses

6 2 0
                                    

-Bueno, aunque sea muy poco, tenemos algo. Podemos identificarlo solo con eso. Abran bien los ojos -dijo Reik.

Jonah suspiró. -¿En serio, en serio creen todo esto? -Nos miró a todos-. Es una estupidez pensar algo así. ¿Y si es solo una leyenda? No tenemos garantías de que esto sea verdad.

-El libro nos asegura -exclamó Terrence.

-Es solo un libro. No sabemos si esto es verdad. Además, esos hombres que nos dijeron todo, ¿por qué lo hicieron? ¿Por qué confiaron en nosotros? ¿Y si están locos? -interpeló Jonah.

-No lo creo. ¿Por qué arriesgarían sus vidas por una mentira? Y también, ¿por qué darían su vida por un simple libro? -dijo Reik.

-No lo sé, pero creer que un demonio quiere matarnos a todos es algo inútil -replicó Jonah.

-Lo mismo decía yo cuando conocí a Reik. Es algo estúpido pensar que un hombre lobo me había mordido y que por eso se había curado mi cáncer. Cuando empecé a sufrir esas cosas extrañas en mi cuerpo, mi mente empezó a aceptar la idea de los hombres lobo. Recuerdo que varios días después de salir del hospital, Kurt no creía en nada de la desaparición de mi cáncer. Me acompañó a investigar justo donde Reik me había mordido, pero no encontramos nada. Esa misma noche, después de acostarme, caí en un profundo sueño. Luego de sentir el frío y una terrible incomodidad, abrí los ojos y desperté en medio del bosque. El miedo invadió mi ser, pensaba que alguien me había secuestrado y le había hecho daño a mi familia. Caminé rápidamente cubriéndome del frío hasta que me topé con una extraña criatura que estaba detrás de mí, tenía una respiración profunda y caliente. No supe bien qué o quién era, giré mi cuello lentamente hasta poder ver un cuerpo robusto y, creo que escamoso. Era muy extraño. Quise mirarlo a los ojos, pero un gran dolor de cabeza no me dejaba. Cada vez que alzaba mi mirada, el dolor se intensificaba. Corrí lo más rápido que pude sin mirar atrás. Nadie sabe lo que pasó ese día, no se lo dije a nadie. Hasta ahora pensaba que era alguna alucinación por la mordida, pero creo que todo está conectado -explique

-¿Crees que te encontraste con el demonio en el bosque? -preguntó Jonah.

-No hay duda, esa criatura era un demonio -respondí, mirándolo a los ojos.

-¿Pero no eres ateo, Aiden? -inquirió Valeria, cruzándose de brazos.

Suspiré y me quedé en silencio. No sabía qué responder. Tal vez existía ese demonio, y tal vez también existiera Dios, pero estaba confundido.

-Bueno, ya sabemos todo ahora, y si esa cosa realmente existe, no podemos dejarla vivir. Chicos, ya podemos identificarla. No bajen la guardia. Será nuestro mayor desafío hasta ahora, y lo superaremos juntos, como una manada -agregó Reik. -Vayan a casa, descansen después de todo lo que pasó hoy.

-Sí -dije, anhelando mi cama. Salimos juntos de la casa de Reik.

Regresé a mi hogar después de muchas horas de investigación y de machacarme la cabeza. Estaba exhausto. Mis piernas se movían automáticamente con la idea de darme una ducha y acostarme en la cama.

-Aiden, ¿dónde estabas? Es muy tarde -dijo mi mamá, no molesta, sino asombrada por mi llegada tan tarde.

-Mamá, estaba con unos amigos, tranquila -dije mientras seguía a mi habitación. Pero justo cuando pasaba a su lado, me detuvo.

-Mírate, estás muy cansado. ¿Qué te pasó? -preguntó.

-Son los exámenes finales, mamá. Sabes cómo se ponen los maestros con esto -confesé.

Ella asintió, no muy satisfecha con mi respuesta. -Aiden, a estas horas no deberías estar en la calle. Aún no se sabe nada de las desapariciones -advirtió mi madre.

Rosas Plateadas (#PGP2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora