Capítulo 23: Lobos de la Manada

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Sofía

No tengo idea de lo que ocurrió antier en el bosque, pero sea lo que sea, no era un lobo. A menos que haya uno suelto, aún así, estoy segura de que no fui la única que lo escuchó; todos deberían estar informados.

—¿Qué haces, Sofía? —preguntó Andrea, dejando caer sus libros en la mesa mientras se acercaba junto a Jon.

—Ah, nada, sólo estoy pensando —respondí.

—¿En serio? ¿Desde cuándo haces eso? —bromeó ella.

Jon se sentó en una de las sillas.

—¿Cómo van con los preparativos para la fiesta? —preguntó su novio.

—Bien, aún faltan algunos detalles por terminar —le respondí.

—La luna llena es el jueves, tienen que hacerlo rápido —dijo. Andrea se sentó a su lado.

—No te preocupes, amor, todo va a salir bien, ¿no es así, Sofía? —dijo ella.

—Sí, es que... —suspiré—. Tengo muchas cosas por hacer —añadí. Apenas llevaba una semana y 3 días con mi nueva dieta, y estaba empezando a notar agotamiento de energía; sin duda, era una dieta muy fuerte.

—¿Qué te pasa? —me preguntó Andrea.

—Los exámenes, sumado al modelaje, todo esto me está matando —confesé preocupada.

Esto era muy duro para mí; no tenía ningún apoyo. Estaba sola, no contaba con mi familia, y además, mis amigas no eran las más empáticas. Me sentía sola, y eso me ahogaba mucho más.

—Oye —Andrea me tomó de la mano—. No te preocupes amiga, lo superarás. Eres muy fuerte —dijo con una sonrisa.

—Gracias —le respondí con una sonrisa.

Noté unas miradas entre Jon y su novia.

—Oye, Sofía, ¿ya tienes con quién ir a la fiesta? —me preguntó mi amiga.

—¿Por qué lo dices? —Fruncí el ceño.

—Es que hay alguien que te quiere conocer —dijo Jon—. Es mi primo, viene de la ciudad. Lo invité a la fiesta, así que si quieres puedes ir con él —comentó. No me gustaba nada que hicieran un complot para buscarme novio.

—No, gracias, ya tengo con quién ir —respondí.

—Ah, sí, mírala, ¿con quién irás? —preguntó Andrea.

—Iré con Aiden —dije, una leve sonrisa se dibujó en mi rostro.

—¿Con Aiden? La mascota de Jacob —dijo Jon.

—Sí, iré con él.

—Ay, Sofía, no desperdicies tu tiempo con él. No vale la pena. Además, no conoces a Juan. Es un hombre divertido, apuesto y mucho más masculino que ese niño —dijo Andrea con un tono muy arrogante y despectivo.

—Pues dile a Juan que ya tengo pareja —me levanté y me acerqué a Andrea—. Iré con ese niño —le dije en la cara y salí de allí.

—Ay, Sofía, no te molestes —escuché que se acercaba mientras caminaba hacia la salida.


Aiden

—Mira eso —exclamó Miguel. Nos desviamos de nuestro recorrido habitual y nos encontramos con una estructura en construcción en un camino de tierra.

—¿Qué ocurre? —preguntó Kurt.

—¿Qué les parece si hacemos una carrera? El último en llegar defenderá el trabajo mañana —propuso Miguel.

Rosas Plateadas (#PGP2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora