Capítulo 08: ¿Qué sucedió?

13 5 3
                                    

Nora

—¿Por qué le tienes que pasar esto a mi hijo? —dije con profundo dolor, el dolor de una madre, el dolor que se siente como si un pedazo de tu alma estuviera siendo arrancado.

—Tranquila, Nora. Todo va a estar bien —Harry me abrazaba suavemente.

—No estoy preparada. No lo estoy. —Esnifé, agotada de tanto llorar.

—Mira, ahí viene el doctor. Veamos qué dice —dijo Harry.

El doctor se acercó sosteniendo una tabla en sus manos.

—¿Qué ocurrió? —preguntó Harry mostrando intriga en su mirada.

El doctor permaneció inmóvil, estático, con una ligera sonrisa y una expresión confusa de asombro en su rostro.

—Eh...esto, esto es muy raro. —El doctor frunció el ceño y parpadeó seguidamente—. Creo, creo que les tengo buenas noticias. —Hizo una pausa dramática mientras nos miraba—. Su cáncer desapareció.

—¡¿Cómo?! —exclamé anonadada. ¿Acaso era una broma? jugar con algo así no tenía gracia.

—Sé que no lo creen. —El médico se rió sorprendido—. Pero es verdad, síganme —dijo, y nosotros lo seguimos hasta su oficina, donde mostró unas radiografías de los pulmones de Aiden—. Miren esto. —Nos mostró los exámenes anteriores con una gigantesca mancha, que era su cáncer—. Ahora vean esto. —Sacó una placa nueva, no había nada, estaba limpia, incluso sus pulmones parecían más sanos.

—¿Esto es verdad? —Fruncí el ceño, sin saber cómo sentirme. Debería estar feliz, pero todo era muy confuso y extraño.

—Sí —dijo con una sonrisa enorme—. Escucha. —Me tomó de las manos—. Sé cómo te sientes, pero alégrate, es un milagro. Parece que tus oraciones fueron escuchadas, Nora. Así como llegó el cáncer a los pulmones de tu hijo, así desapareció. —Su mirada me mostró sinceridad. Era una sonrisa enorme, cálida, reconfortante, que me hizo darme cuenta de que no mentía. En ese instante, lo supe, y como si abriera un grifo de agua, mis emociones se desbloquearon, haciéndome sentir la madre más feliz del mundo, representada en un llanto desesperado, pero sincero. Y a diferencia de los anteriores, este tenía un sabor diferente, este me hacía feliz.

—Doctor. —Una enfermera entró a la sala—. Es el paciente Aiden, despertó. —La enfermera también mantenía esa sonrisa.

Harry me miró, pude notar que estaba casi igual de sorprendido y emocionado que yo.


Aiden.

Oh maldita sea, mi cabeza estaba dando vueltas, estaba agotado, estaba en el hospital, ¿pero cómo llegué aquí? No lo recuerdo. Intenté recordar y de repente las imágenes regresaron a mí. Todo volvió a mi memoria. Escuché la puerta del hospital abrirse, mi madre entró en la habitación.

—¡Aiden! —Ella corrió hacia mí y me abrazó.

—¿Cómo te sientes? —preguntó el médico.

—Cansado —respondí, mi madre se apartó de mí.

—¿No sientes mejoría? ¿Ya no te duele el pecho? —preguntó.

Rosas Plateadas (#PGP2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora