Capítulo 54: Culpable

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-Nos falta mucho por mejorar chicos, Ozan es más fuerte que nosotros, tenemos que ser más astutos, en especial si Darin nos dejó algo más que solo un libro viejo y una daga divina -susurró la voz de Jonah, y cuando giré la cabeza, vi a toda mi manada reunida en la casa de Reik. Pero, ¿cómo llegué aquí? ¿Recuerdo este día?

-Sabemos muy poco o nada de la luna demoníaca, o el acertijo. El demonio no ha vuelto a aparecer, y Darin no estaría de brazos cruzados -declaró Lynn.

Todo era confuso, ¿qué estaba sucediendo?

-¿Crees que en el acertijo se encuentre todo? -inquirió Reik.

-No lo creo, pero tal vez hayan algunas respuestas, algo que nos ayude a encontrar a los desaparecidos -anunció Lynn.

-¿Dónde podrán estar? No estaban en la cueva, tampoco sabemos dónde se hará el sacrificio -opinó Valeria.

-Darin nos dejó muy poco, tal vez Ozan se llevó más cosas de las que pensábamos -añadió Alec.

-Puede ser, aunque Darin dijo que en el acertijo estaba todo, es nuestro punto de partida -dije antes de que sonara el teléfono. Me alejé un poco y atendí la llamada.

-Aiden ¿Dónde estás? -era mi madre. La llamada me dejó helado.

-Estoy con un amigo ¿Qué pasó mamá, todo bien? -respondí, notando la mirada inquisitiva de mis compañeros.

-No, hijo, es Sofía. Tienes que venir a casa. -El nombre de Sofía hizo que mi corazón se acelerara, pero no de emoción. Un nudo en la garganta me invadió. ¿Por qué estaba viviendo esto de nuevo?

-¿Qué pasó con Sofía? -pregunté, sintiendo la intriga de mis compañeros.

-Desapareció, tienes que venir a casa ahora. -Trancó la llamada. Mis compañeros me miraron con inquietud.

-¡Sofía, Ozan la tiene! -exclamé con un amargo sabor en la boca. Lo que más temía había sucedido.

-¿En serio te sorprende? -escuché la voz de Reik. Cuando lo miré, todos tenían un rostro sereno, como si ya lo supieran.

-¿De qué hablas?. -Fruncí el ceño, sintiendo una incómoda incomodidad.

-Aiden, es por tu culpa, todo fue tu culpa, en el fondo lo sabes y esa culpa la arrastrarás por el resto de tu vida -confesó Reik, clavando sus ojos en los míos mientras mi manada se acercaba lentamente, envolviéndome en un silencio tétrico.

-¡Despierta ya Aiden!. -Esa voz me sacó de mi pesadilla.

-¿Qué ha pasado? -dije alterado, con el corazón latiendo a mil por hora.

-Llegas tarde a clases -me dijo mi madre.

-Ya sabes que no voy a ir. -Me levanté de la cama-. No insistas. -Me cambié y luego fui a desayunar.

-Aiden, ya hemos hablado de esto -me dijo mi madre.

-Tienes razón, ya lo hemos hablado. No quiero ir -exclamé.

-¿Entonces qué vas a hacer? ¿Perderte el año? Faltan pocos días para salir y si no vas, perderás este año por inasistencias -me dijo mamá.

Suspiré. -No pienso perder el año.

-Ajá, ¿Acaso piensas que los profesores te van a esperar? No Aiden, ni los profesores, ni la vida te van a esperar. Escucha hijo, te he tenido paciencia por lo que has vivido, y la tendré hasta que logres superar el luto, pero las decisiones que tomes por la tristeza van a arruinar tu futuro, no dejes que pase eso -me dijo mirándome a los ojos.

Rosas Plateadas (#PGP2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora