-Yasmina cuanto tiempo- dijo mientras se acercaba a abrazarla sin comentar la incomodidad de Yasmín por tenerle enfrente, pero me adelante en medio- Yasmín, se llama Yasmín- le corregí
Rápidamente, Yasmín tomó de mi mano haciendo que este echará una mirada de desaprobación.
- Sigo sin creerme lo Yasmín, con este, con el perro de calle de verdad.- me estaba insultando en mi cara sin ningún disimulo.
-Yasmina pensaba que eras una mujer con clase, que haces con la muchedumbre- este se creía que vivía en él los Bridgerton.
De verdad que mi mano le pedía a gritos pegarle, venga Mahmod calmante me decía a mí mismo.
-Bueno, aunque sea un perro callejero, resulte ser más decente que tú-
-Sigues igual de creído, ahora que mi tío está fuera voy a bajarte los humos - me dijo con una sonrisa.
-mira Fuat ya no te tengo paciencia- le dije mientras apretaba la mano a Yasmín y me apartaba.
-Ya verás Mahmod, ya verás la paciencia que vas a tener conmigo- dijo mientras reía.
-Ignóralo -Me susurro Yasmín mientras nos adentraba os en la compañía y recibí una llamada de Cristopher.
-Ey, ¿qué pasa? -le pregunté a Christopher.
-Que no pasa -me contestó alterado.
-¿A qué te refieres? -le cuestioné.
-Mahmod, el puerto está lleno de policías, esto está petado de guardias costeras, ha habido una oleada de lanchas con personas.-
-Espera, ¿estás hablando del punto? -dije preocupado.
-Qué otro sitio si no, por eso estoy preocupado, hermano. Esto está lleno. Lo peor de todo es que las lanchas solo llevan personas.- dijo con rabia.
-¿Cómo va a ser solo personas? No será trata de personas. -Era imposible que vinieran lanchas cruzando con personas, mucho menos en el punto, todo el gremio lo sabía, era nuestro lugar.
-¿Estás seguro de que no hay otra mercancía que personas? Es imposible que sean solo personas. Siempre suele haber tráfico de sustancias, aunque sea tráfico de órganos.- En esta zona era conocido por ser un punto de mercancías, nadie tradicaria con personas, siempre había algo más.
-Lo peor de todo o lo sorprendente, algunos son italianos -dijo enfadado.
-¿A qué te refieres? -le cuestioné, como que los italianos, eso ya olía a trampa, eso suponía que las lanchas ya estaban puestas desde aquí.
-Mahmod, esto es una trampa. Nos estaban esperando con la mercancía. Encima lleno de costeras. Ha habido un soplo-dijo frustrado.
-No hay forma de recoger la mercancilla, Mahmod. Me han dicho que van a dar la vuelta. Prefieren dar la media vuelta que entrar.- me contestó frustrado.
-¿Cómo que van a dar la vuelta? Están locos. Eso es ser sospechoso. Tampoco el armamento puede volver a Argel. Necesitábamos ese armamento para cerrar acuerdos.- Necesitaba la mercancilla, estábamos llenos de deudas, como íbamos a seguir si paramos.
-Es imposible que puedan. Esto está rodeado. Están parados. Dentro de muy poco, los guardias costeras estarán en la zona. En el peor de los casos, se van a ver obligados a tirarlo al mar.-
-No me jodas, Christopher -dije enrabietado-. Nada va a caer -exclamé enfadado.
-Si eso no cae, son los chicos quienes van a caer -me volvió a gritar.
Automáticamente lo corté.
- ¿Qué dices de lo que pasa? -me preguntó Yasmin.
-Estamos en problemas. Tengo que irme -le dije mientras sujetaba sus manos para darle un beso.
ESTÁS LEYENDO
Sombras de Lealtad
Teen Fiction"La tragedia nos dejó reducidos a tres almas, luchando por encontrar sentido en un mundo empeñado en arrebatarnos la felicidad." En el corazón de Turín, donde las sombras de la historia se funden con la belleza del paisaje, tres almas solitarias con...