Prólogo

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Durante un apacible atardecer en agosto una niña saltaba y cantaba en medio del caminillo que la llevaría a casa, junto a sus padres, ella, feliz de haber jugado un rato con su amiguito el llorón, había olvidado la canasta de dulces, esperaba que ...

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Durante un apacible atardecer en agosto una niña saltaba y cantaba en medio del caminillo que la llevaría a casa, junto a sus padres, ella, feliz de haber jugado un rato con su amiguito el llorón, había olvidado la canasta de dulces, esperaba que su amigo los comiera todos, y que tal vez, le guardará algo de sus favoritos. Su padre apareció en su campo de visión, sudado y agitado se acerco y la tomo de los brazos, lastimándola.

―Tiny ve con mamá, corre con mamá ―urgió el hombre antes de que ella pudiera quejarse y la empujo.

La niña observaba a su padre con preocupación, estaba algo sucio y respiraba con dificultad, también tenia sus ojos rojos, el padre la cargo e intento acercarla a su hogar, corrió con ella en brazos al notar que apenas y se movía, un grito que la pequeña no entendió a lo lejos le hizo sentir escalofríos. Cuando faltaba poco para salir del caminillo naranja su padre se detuvo la miro y abrazo antes de darse vuelta y empujarla lejos de él, la pequeña cayo al suelo, el golpe le dolió y se quejó, pero sus ojos se abrieron de par en par cuando la sangre la salpico y la cabeza de su padre ya no estaba en su lugar, asustada se levantó.

―Se supone que era un hombre lobo ―escucho decir a una voz masculina y ahogada.

La sangre oscurecía al caminillo naranja y llegaba a sus zapatitos blancos, manchándolos, la cabeza cortada de su padre llamo su atención y las lagrimas comenzaron a salir de sus ojos, pudo notar a la criatura tras del hombre, un demonio que parecía sujetarlo con cuerdas delgadas, volvió a observar a su padre y tomo su cabeza, una mujer hermosa y vestida de negro se arrodillo junto al cuerpo y saco de él una bola blanca muy brillante, la niña corrió como pudo hacia el cuerpo, la cabeza pesaba mucho para ella, intento unir ambas partes pero la cabeza no se quedaba en su lugar. Un sollozo lastimero salió de sus labios, habia comprendido que su padre ya no estaba, el demonio la miro con lastima y luego al ver el cuerpo de su padre inerte sonrió y desapareció, la mujer la observaba intrigada, la niña hizo un puchero, la mujer ya no estaba.

Los gritos de múltiples personas se escucharon. "lo mato" se escucho en varios idiomas y asustados muchos pedían por la policía y otros corrían intentando no ser los próximos, alguien cargo a la niña y la alejo de la escena, la pequeña jamás supo quien habia sido, pero agradecía ya no ver lo que veía, agradecía no haber visto a su madre ver lo que ella presencio.

🥀Doy inicio a esta historia y espero que si llegas a leerla la disfrutes tanto como yo al escribirla.

Draco, el bosque bromista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora