Draco, el bosque bromista.

APAGA TU PENA...

Hola, espero que este capítulo les guste tanto como a mí, es uno de mis favoritos.

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Hacerme feliz te sale tan

¿bien?

Las pesadillas empeoraron anoche, no solo no me dieron tregua, se unieron y me taladraron tanto la cabeza que al despertar no sabía quién era, o si soy real, o si tengo o no jaqueca. Todos en la casa me escucharon gritar, y llorar, lo note en el desayuno, la última vez que hubo una mañana tan sombría en casa fue luego de que muriera papá, lo que lo hace aún más doloroso, el nudo en mi garganta apenas y me deja tragar, la única que termino su desayuno ha sido Kara, esta triste, tiene ojeras, no logro evitar llorar cuando veo a mi pequeño dragón tan apagado, le pido perdón por hacerla pasar por esto y le prometo que lo arreglare, termino en más llanto claro.

La llorona; me llaman ahora.

Incluso el sol no tiene brillo alguno el día de hoy. Tal vez soy lady drama.

Mis pasos a casa de los Fox son lentos, estoy decidida, aunque evito pensarlo demasiado, no quiero dar la vuelta y no hablar con él, he sido injusta e inmadura, lo sé, no me agrada la idea de admitirlo, Asier tenía razón; hace unos días Gus quiso que fuéramos a una fiesta, planeaba aprovechar que sus padres no estarían y como si de todas formas no se fueran a enterar, dijo: "Somos jóvenes, si no cometemos estupideces ahora, ¿cuándo?" As le respondió: "Ser adolescentes no nos hace estúpidos, ser imprudentes con tal pretexto si, y yo no sé tú, pero algunos somos demasiado maduros para actitudes así". Nadie dijo nada por un rato hasta que Mak se empezó a reír y luego todos lo hacíamos. Igual hicieron la fiesta, con la diferencia de que Gus pidió permiso a sus papás y el alcohol fue patrocinado por Connor.

Fue una noche divertida, baile hasta que sin saber cómo me quede dormida en el sofá, As, Mak y Layla a mi lado, Gus y Ginny en el otro sofá, y los demás en el suelo, Anne fue la única sensata que busco una cama.

Me rio ante el recuerdo, he llegado, tomo aire, la casa de los Fox es mi fantasía, antigua, enorme y negra, de dos pisos, tiene tres ventanas en cada piso una encima de la otra, salen de la casa en forma de un pequeño mirador, muchos creen que allí están las escaleras como en mi hotel, pero no, son dos enormes habitaciones, con una repisa interior, en una está situada la sala y en la otra la habitación de invitados, donde probablemente se queda Eidan, justo al lado, pero no después de la pared ya que hay un pasillo subiendo las escaleras, allí, se encuentra la habitación principal, con un enorme balcón que da a la calle, por lo general está vacío, de vez en cuando la pareja saca una manta y se sientan allí a observar.

Subo los cinco escalones de madera, en la terraza bajo el balcón hay dos mecedoras con cojines blancos, siempre me ha gustado la forma en la que la señora Fox decora su casa, se dice que cuando eran jóvenes viajaban mucho, pues les fue imposible tener hijos, ambos vestían de negro, demasiado elegantes según mi tía Elle, la señora Fox tenía una figura impecable y unos vestidos únicos, su cabello solía ser corto, casi blanco y con puntas rosadas, era demasiado difícil no voltear a verla, su presencia era adictiva, el señor Fox no se quedaba atrás, alto, con un buen cuerpo, cabello largo casi siempre recogido en una coleta y unos ojos negros tan cautivadores y atrapantes que intimidaban y seducían al mismo tiempo.

Mi tía Elle suele decir que desea una vida así, con todo ese amor y devoción incluido. La señora Fox suele ser su inspiración es por eso que llamo su empresa de diseño Selena's. Debería tocar ya, alzo la mano con intenciones de hacerlo y me detengo. Tomo aire cierro los ojos y toco, dos golpes y me alejo un poco.

La señora Fox abre la puerta casi de inmediato, su expresión de asombro me causa cierta ternura, ya no es tan alta o delgada como la describen y su cabello ahora es largo, aunque sigue siendo blanco, sigue cautivando eso sí, es una anciana demasiado bella.