Draco, el bosque bromista.

¿QUIÉN ES EL TROLL?

Capitulo dedicado a @Noraescafer Gracias por leernos!

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Como cuando somos cautelosos,

Pero las emociones nos pueden.

―Caperuza...

Un leve rubor cubre mi rostro, miro a Kara y luego a él, mordiendo mi labio ligeramente. Hago las presentaciones formales, él parece realmente sorprendido, tiene una bolsa blanca de tela en la mano, no me incumbe de que se trata, pero estoy intentando calmar los latidos de mi acelerado corazón así que de momento no hay nada más interesante que eso. Miro de nuevo sus ojos, en verdad no sé qué decir, ¿un poco de ayuda aquí? Pido a la voz de mi cabeza.

¿Qu-que? Me responde esta, estas sola, agrega.

―Es mi cumpleaños ―comenta mi dulce niña de repente, ganándose en verdad un segundo regalo; si el que escoge no resulta ser demasiado.

―Felicidades.

Dice él agachándose a la altura de Kara y depositando un beso en su mano derecha. ¡Mira eso! Te ha llegado competencia sonrojitos Deimos... ¿no que estoy sola? no hubo respuesta, lo que me hizo sonreír.

―Estamos aquí para comprar su regalo ―le digo y sus ojos encuentran los míos aun sin levantarse.

― ¿Vienes con nosotros?

¡¿Qué?!

Ya está, perdió el segundo regalo.

Eidan se levanta sin dejar de mirarme y esboza una tenue sonrisa que eriza mi piel.

―Lo siento preciosa, no quisiera interrumpir...

Kara no le deja terminar toma las manos de ambos y nos lleva hacia el centro comercial, diciendo que no quiere un peluche porque ya tiene uno y que espera encontrar un buen libro porque esta aburrida de leer los de la escuela.

No sé qué me pasa, no soy capaz de mirarlo, necesito un poco de aire, un momento para entenderme, un momento para reconocer que está aquí, rozando su brazo con el mío, yendo en una misma dirección, un momento pequeño para recuperar la compostura. Decido disculparme e ir al baño, sé que no debo dejar a mi pequeño dragón junto a un desconocido, pero no quiso venir conmigo y se suponía que en serio debía venir.

Recorro mi reflejo en el espejo, estoy demasiado roja, me enjuago un poco el rostro, y la intensidad baja, solo un poco. Lo suficiente para que mi corazón y mi mente se unan, cierro los ojos y despejo mi mente.

― ¿Te sientes bien? ―me pregunta una desconocida, y entonces supe que he estado temblando.

¿Por qué estoy temblando?

Recordé el roce de sus dedos en mi mejilla del otro día y me ruborizo otra vez. Fue entonces que negué.

―Es por un troll ―le respondo, recordando el día que le conocí.

―Hombres―silba ella acercándose a mí―. Te maquillare un poco y veremos si logra resistirse a tus encantos.

La miro realmente confundida, se me ocurrió que ayudaría a no verme tan roja en su presencia así que acepte. Ella tiene un cabello castaño ondulado precioso, ojos negros y labios pequeños que maquilla demás para que parezcan más gruesos y grandes, se ve realmente hermosa, no es delgada, es más bien rellenita; de esas mujeres que tienen muchas curvas y nada de baja autoestima. El cambio no fue mucho, se esforzó en mantenerme natural, pensé en él para ver si cubría mis mejillas sonrojadas y noté que apenas y se nota, de hecho, mis pecas han disminuido un poco, le agradecí un montón, emocionada, no soy de usar maquillaje, más que nada porque el tiempo y mis pensamientos me limitan.